El índice subió 0,4%, por el consumo de las vacaciones y los cigarrillos

En julio regresó la inflación

En siete meses el costo de vida acumula 2,5%. El índice que mide la indigencia bajó 0,8% respecto de junio

El índice de precios al consumidor (IPC) cerró julio con una suba del 0,4 por ciento respecto de junio impulsado por los consumos originados en las vacaciones de invierno, lo que marcó el primer incremento de la inflación luego de dos meses consecutivos de caída de los precios, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

De este modo, la inflación minorista acumulada en los siete meses del año llegó al 2,5 por ciento.

Esta suba en el costo de vida del mes pasado estuvo originada principalmente por el incremento del 3,8 en el rubro "esparcimiento" debido a los mayores gastos en ese segmento producto de las vacaciones de invierno, y en el sector de "otros bienes y servicios", que avanzó el 4,6 por ciento, impulsado por la suba de los cigarrillos.

En tanto, los rubros alimentos y bebidas, vivienda y servicios básicos, junto a transporte y comunicaciones, no registraron variaciones, y los precios de la indumentaria cayeron un 2,1 por ciento.

La variación positiva de precios durante julio quebró la tendencia descendente que se había manifestado en mayo (-0,4 por ciento) y junio (-0,1) por ciento.

Si se comparan los niveles de julio de 2003 contra julio de 2002 se detecta una inflación de 7,3 por ciento y si se evalúa con diciembre de 2001 (salida de la convertibilidad) el alza es de 44,5 por ciento.

"El arrastre inflacionario para el mes en curso aún no es significativo", destacó la analista de precios del Indec, Graciela Bevaqua, quien adelantó que para establecer la evolución que mostrarán en agosto "habrá que ver si continúan las ofertas de los supermercados".

Merced a estas importantes ofertas, las grandes cadenas de super e hipermercados lograron reducir la pérdida de ventas que alcanzaba al 32 por ciento a comienzos de año, pero que seis meses después se redujo a sólo el 5 por ciento.

En este contexto de ofertas de los productos de primera necesidad, la Canasta Básica Alimentaria, (CBA) que fija el nivel de indigencia, bajó en julio un 0,8 por ciento respecto a junio, lo que marcó la cuarta merma consecutiva.

La funcionaria del Indec sostuvo que "hubo bajas en algunos cortes de carnes, en algunos quesos, y en algunos lácteos, especialmente en postres".

La indumentaria tuvo una disminución de 2,1 por ciento, como consecuencia de las liquidaciones de fin de temporada.

En viviendas y servicios básicos se mantuvo el equilibrio de precios; en atención médica y gastos de salud creció 0,1 por ciento y educación aumentó 0,3%.

En tanto el índice de precios mayoristas cerró julio sin variaciones respecto a junio, luego de cuatro bajas consecutivas, lo que colocó a este indicador con una deflación del 2,5 en el semestre.


El universo mayorista
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, anticipó que los precios al consumidor y mayoristas "comenzarán a converger" luego de la gran escalada que registraron estos últimos el año pasado.

En el caso de los precios mayoristas, la estabilidad estuvo signada por subas y bajas en los valores de los productos primarios.

En este marco, los productos pesqueros aumentaron un 3,9 por ciento, los minerales no metalíferos el 2,5 por ciento y los agropecuarios el 0,4 por ciento, lo que fue compensado por una merma del uno por ciento en petroleo crudo y gas.

Entre los productos manufacturados, los alimentos y bebidas no mostraron modificaciones, mientras que el tabaco subió el 28,4 por ciento, y los valores de los productos textiles retrocedieron el 1,1 por ciento.

En tanto, los productos importados cayeron un 2,1 por ciento, a pesar de la suba registrada en el dólar, en especial en la última semana de julio.

En el sector de la construcción, los precios aumentaron un 0,7 por ciento, producto de una suba del 0,1 por ciento en el costo de los materiales, del 0,4 por ciento en gastos generales, y del 1,7 por ciento en el costo de la mano de obra, debido a la aplicación del decreto 392/2003 que estipuló un incremento salarial en el básico de los trabajadores.

Desde diciembre, el aumento del costo de la construcción alcanzó al 3,3 por ciento, con estabilidad en los precios de los materiales, y alzas del 7,6 en mano de obra y del 7,8 en gastos generales.