En una ceremonia distendida, donde abundaron las sonrisas, los aplausos y los gestos de informalidad, el presidente Néstor Kirchner tomó juramento al nuevo jefe de Gabinete, a la totalidad de sus ministros y a tres secretarios de Estado que lo acompañarán en su gestión de gobierno.
El acto duró 25 minutos y se realizó en el Salón Blanco de la Casa Rosada. El nuevo jefe de Gabinete, Alberto Fernández, fue el primero en jurar a las 17.45, y uno de los que recogió los mayores aplausos de los asistentes a la ceremonia.
Un dato destacable de la ceremonia fue la ausencia de los jefes de las Fuerzas Armadas, que coincide llamativamente con la decisión del nuevo gobierno de llevar adelante una purga de sus cúpulas, y de los jueces de la Corte Suprema, a excepción de Juan Carlos Maqueda. Sí asistieron gran cantidad de gobernadores, sindicalistas e integrantes de movimientos piqueteros.
Después del jefe de Gabinete, juraron los ministros del Interior, Aníbal Fernández; de Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa; de Defensa, José Pampuro; de Economía, Roberto Lavagna; de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz; de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio Miguel De Vido; de Trabajo, Carlos Tomada; de Salud, Ginés González García, de Desarrollo Social, Cristina Kirchner, y de Educación, Daniel Filmus.
También fueron puestos en funciones los secretarios general de la Presidencia, Oscar Parrilli; de Inteligencia del Estado (Side), Sergio Acevedo; y de Cultura, Torcuato Di Tella.
La ceremonia comenzó exactamente a las 17.45 y finalizó a las 18.10. Los ministros y secretarios juraron exactamente con un minuto de diferencia.
Hubo gestos informales de Kirchner hacia sus colaboradores, con quienes intercambió sonrisas cómplices, y, en el caso de Acevedo, no terminó de leer la fórmula del juramento.
Kirchner, quien estuvo acompañado en el estrado por el vicepresidente Daniel Scioli, pronunció un breve mensaje de unos tres minutos al finalizar la jura. En el mismo prometió honrar con "trabajo, capacidad, esfuerzo y absoluto compromiso" con sus "ideas esta oportunidad" que "les dan el pueblo y la historia".
El presidente también se emocionó, al recordar que hace 30 años, el 25 de mayo de 1973, fue uno de los militantes que estuvo en la Plaza de Mayo para saludar a Héctor Cámpora, quien entonces asumía la Presidencia de la Nación.
"Hace 30 años, yo también estuve en la plaza acompañando a un gobierno constitucional en el cual puse toda mi fuerza. Por eso les quiero decir que vamos a trabajar con muchísimas ganas, fieles a nuestros ideales", aseguró.
Kirchner agradeció "profundamente el acompañamiento" que recibió en su día de asunción y sostuvo que llega "con la misma fortaleza espiritual y con la misma decisión de siempre".
"Yo y quienes me acompañan seremos sus servidores", dijo en su breve mensaje en lo que se interpretó como un gesto de humildad, para definirse luego a sí mismo y a su gabinete como "hombres comunes con responsabilidades muy importantes. Esperamos estar a la altura de la historia y el tiempo".
El Salón Blanco, donde reinó la euforia de los invitados, estuvo colmado de funcionarios, empresarios, sindicalistas y familiares de los nuevos ministros y secretarios.