"Vengo a proponerles un sueño: quiero una Argentina unida, una Argentina normal. Quiero que seamos un país serio. Pero además quiero un país más justo", abogó ayer el flamante presidente Néstor Kirchner en su discurso ante la Asamblea Legislativa tras asumir el poder. Luego afirmó que con su gestión se abre un proceso de "cambio" que incluye el cumplimiento de las leyes, la inclusión de los sectores más postergados. Al definir los ejes de su gestión, planteó la necesidad de "construir prácticas colectivas de cooperación que superen los discursos individuales de oposición", y aclaró que "en los países con democracias de fuerte intensidad, los adversarios discuten y disienten cooperando". "Por eso los convocamos a inventar el futuro", señaló Kirchner, quien destacó que en las últimas elecciones la ciudadanía se pronunció "por el avance decidido hacia lo nuevo". El presidente dijo que "para poder tener futuro y no repetir nuestro pasado, necesitamos enfrentar con plenitud el desafío del cambio" y que "esta es la oportunidad de la transformación, del cambio cultural y moral que demanda la hora". Kirchner también precisó, a modo de definición, que "es el Estado el que debe actuar como el gran reparador de las desigualdades sociales en un trabajo permanente de inclusión y creando oportunidades a partir del fortalecimiento de la posibilidad de acceso a la educación, la salud, y la vivienda, promoviendo el progreso social basado en el esfuerzo y el trabajo de cada uno". Tras remarcar que su proyecto apunta a "reconstruir un capitalismo nacional" que permita "reinstalar la movilidad social ascendente", se pronunció por un rol más activo del Estado para generar "igualdad allí donde el mercado excluye y abandona". Además de remarcar que se pondrá énfasis en el equilibrio fiscal, convocó a la lucha contra la evasión al proponer "traje a rayas a los evasores", una "nueva ley de coparticipación". También, señaló que se renegociará la deuda externa y pedirá a los acreedores esperar a que la Argentina crezca para cobrar. En la cuestión internacional, dijo aspirar a "una relación seria, amplia y madura con los Estados Unidos de América y los estados que componen la Unión Europea". Después indicó que en la década del 80 "se puso el acento en el mantenimiento de las reglas de la democracia" y en los 90 se "sumó la necesidad de la obtención de avances en materia económica", época en la que -según dijo- el éxito se medía en "las ganancias de los grupos más concentrados de la economía". Sostuvo que en la actualidad "el éxito de las políticas deberá medirse bajo otros parámetros, en orden a nuevos paradigmas". Asimismo, afirmó que "hay que reconciliar a la política, a las instituciones y al gobierno con la sociedad", pero que "nadie piense que las cosas cambiarán de un día para el otro y sólo porque se declame", ya que "ningún gobernante por más capaz que sea puede cambiar las cosas si no hay una ciudadanía dispuesta a participar activamente en ese cambio". Kirchner remarcó además que piensa apoyarse "en la Constitución para construir una nueva legitimidad de las leyes", ya que "un Estado no puede tener legitimidad si su pueblo no ratifica el fundamento primario de sus gobernantes". "Queremos ser la generación de argentinos que reinstale la movilidad social ascendente, pero que también promueva el cambio cultural y moral que implica el respeto a las normas y a las leyes", aseveró luego, y prometió "profundizar la contención social a las familias en riesgo, garantizando subsidios al desempleo y asistencia alimentaria". En esa línea, planteó la necesidad de que el "Estado se incorpore urgentemente como sujeto económico activo, apuntando a la terminación de las obras públicas inconclusas, la generación de trabajo genuino y la fuerte inversión en nuevas obras". Tras aclarar que no serán obras "faraónicas", puntualizó "la construcción intensiva de viviendas, infraestructura vial y ferroviaria, la mejor y moderna infraestructura hospitalaria, educativa y de seguridad", lo que "perfilará un país productivo en materia de industria agroalimentaria, turismo, energía, minería, nuevas tecnologías, transportes, y generará puestos de trabajo genuinos". También tuvo un párrafo para el tema educativo, al señalar que "no hay un factor mayor de cohesión y desarrollo humano que promueva más la inclusión que el aseguramiento de las condiciones para el acceso a la educación", lo mismo que para la salud en la que dijo que se buscará una "red de asistencia integral". Aseguró además que se combatirá a la delincuencia aunque aclaró que bajo las leyes y respeto de los derechos humanos. En otro tramo, Kirchner dijo que forma "parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias" y destacó que se sumó "a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a los que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada", ya que -agregó- "no creo en el axioma de que cuando se gobierna se cambia convicción por pragmatismo".
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