Néstor Kirchner, que se transformó en el presidente número 54 de la historia argentina, no sólo es el primer jefe del Estado oriundo de la Patagonia, sino que pertenece a una generación diferente a sus antecesores: nació en el apogeo del gobierno de Juan Domingo Perón y cursó la universidad en la década del 70. Nacido el 25 de febrero de 1950 en la ciudad de Río Gallegos, este hincha de Racing y descendiente de suizo-alemanes y croatas con fama de administrador de "bolsillo cerrado", cumplió su tercer mandato como gobernador de Santa Cruz, cargo al que llegó por primera vez en 1991, tras su previo paso por la intendencia de la capital santacruceña. Casado desde 1975 con la senadora Cristina Fernández a quien conoció en los claustros de la Facultad de Derecho platense, tienen dos hijos: Máximo, de 26 años y Florencia de 13. Con un estilo frontal y aires de autonomía política fue, paradoja del destino, el primer gobernador justicialista que se enfrentó a Carlos Menem y en ese esquema no dudó, por ejemplo, en oponerse al acuerdo con Chile por los Hielos Continentales. El flamante presidente estudió abogacía durante los movidos años 70 en la Universidad de La Plata, una época bisagra en la historia argentina que marcó a toda su generación y volvió en 1976 a su provincia natal ya con el título en la mano. Conoció la persecución política en los años de la Triple A de José López Rega y después, en plena dictadura militar, sufrió en Río Gallegos dos atentados: el primero en 1980, que fracasó, y el segundo en 1982 que destruyó con un incendio gran parte de su oficina. En 1983, con el retorno a la democracia y desde el estudio de abogados que compartía con su esposa en la capital santacruceña, Kirchner fundó el Ateneo Juan Domingo Perón y comenzó una actividad política que, en sus primeros tiempos, le significó perder algunas internas en el peronismo provincial. De todas maneras, el entonces gobernador justicialista de Santa Cruz, Arturo Puricelli lo designó titular de la Caja de Previsión Social. En 1987 cumple su primer sueño político y gana la intendencia de Río Gallegos por sólo 111 votos, una diferencia de la que se venga cuatro años después cuando es consagrado por primera vez gobernador de Santa Cruz con el 61,1 por ciento de los sufragios. En 1996, con Menem en el poder, funda La Corriente, su línea interna para oponerse al modelo neoliberal impulsado por Menem, una estrategia que lo acercó a Eduardo Duhalde. Desde sus años de militancia universitaria lo acompaña el apodo de "Lupín" (personaje de historieta, aviador, que aparecía en la desaparecida revista Rico Tipo) y que el tiempo mutó en el sobrenombre de "Lupo" como lo llaman sus seguidores. Durante su vida pública, el nuevo presidente se convirtió también en una de las voces más críticas contra la gestión de Fernando de la Rúa en los días en que los gobernadores discutían los nuevos pactos federales con los que el gobierno intentaba ganar tiempo y apoyo a una gestión cada vez más débil.
| |