Washington. - La marcha relámpago hacia Bagdad ha colocado a los estrategas estadounidenses antes de lo que se esperaba ante la cuestión decisiva en la guerra de Irak, que estalló hace dos semanas: ¿Cuándo y cómo deben las tropas atacar Bagdad? El régimen de Saddam Hussein anunció una encarnizada lucha callejera, casa por casa, que podría hacer aumentar el número de víctimas hasta alcanzar cifras espeluznantes. Esperar y sitiar la capital iraquí, tal y como hicieron los británicos con Basora, no contribuiría, según analistas, a un final rápido de la guerra y fortalecería la estrategia de agotamiento por parte de los iraquíes.
El jefe del comando central estadounidense en la campaña de Irak, Tommy Franks, debe establecer si las unidades desplegadas ante Bagdad son suficientes para acabar con la última resistencia de los seguidores de Saddam. Si considera que no es éste el caso, podría esperar a la cuarta división de infantería, que está en Kuwait y podría entrar en batalla a mediados de mes. "No esperamos entrar de repente en Bagdad y tomarla en un momento", señaló el general norteamericano Stanley McChrystal en el Pentágono.
Flores o granadas
Y es que la gran pregunta es cómo acogerán los cinco millones de bagdadíes a las tropas aliadas. "Bagdad es la clave", dictaminó Merril Mcpeak, quien fue jefe de la fuerza aérea durante la Guerra del Golfo, en 1991. "Que nos reciban con ramos de flores o con granadas decidirá el éxito o el fracaso".
En los fuertes combates por Bagdad, las tropas aliadas acabaron, según sus propias informaciones, con dos divisiones de la Guardia Republicana. Pocos soldados cayeron prisioneros. Y eso hace pensar a los estadounidenses que sus adversarios se replegaron en la capital o que se disolvieron en pequeños grupos que podrían atacar a las tropas por la espalda. El ministro de Defensa iraquí, Sultan Hashem Ahmed, ya anunció una guerra de guerrillas reforzada.
La entrada en la "zona roja" alrededor de Bagdad hace aumentar el peligro desde el punto de vista estadounidense de que los iraquíes hagan uso de armas químicas o biológicas. "Ante nosotros se cierne la posibilidad de que utilicen armas biológicas", explicó la portavoz del Pentágono, Victoria Clarke.
Algunos oficiales contemplan como probable que las fuerzas estadounidenses cerquen Bagdad. Antes de un gran ataque contra la capital someterían a prueba las defensas de la ciudad con ataques menores para asegurar la línea de reabastecimiento y estar seguros de que la Guardia Republicana no supone ya una amenaza. Han aprendido de los daños sufridos en el sur del país, donde los focos resistentes impidieron durante largo tiempo el abastecimiento y causaron pérdidas. (DPA)