Año CXXXV
 Nº 49.575
Rosario,
lunes  19 de
agosto de 2002
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Hay avisos para tener en cuenta
El equipo de Menotti entró dormido y lo pagó caro

Antes que nada, hay que afirmar que el traspié sufrido en Bahía Blanca no es para dramatizar ni para tirar por la borda todo lo bueno hecho hasta el momento por Central. Valga la aclaración por si alguno piensa que se hace profecía de las derrotas. Sí hay que remarcar algunos detalles que incidieron en el resultado y a los que el equipo de Menotti deberá apuntar para que en el futuro un rival como Olimpo no lo sorprenda.
Castellano refirió que entraron dormidos. Esa fue la sensación desde la tribuna y el técnico deberá ver por qué pasó, algo que por otra parte también ocurrió ante Gimnasia más allá del final feliz. Como en aquel partido, en que un gol fortuito le permitió remontar vuelo, ayer Central fue absorbido desde el vamos y en forma mucho más evidente. Es cierto que el rival juega, pero el equipo regaló el inicio perdiendo pelotas divididas y sin que los que saben en el medio hicieran sentir su presencia.
En cuatro fechas del torneo, y con jugadores que recién se acoplan como Pino, parece lógico que suceda pero ayer lo sufrió mucho, tanto que no pudo remontar la situación ni en 75 minutos.
Otro dato: el que maneja la pelota en el medio es Daniel Quinteros, que se perfila como un 5 de antes y cada vez más seguro. Claro que el enganche debería compartir más la función del toque, vital en los esquemas de Menotti, para que el equipo tenga volumen de juego. Vitamina lo hizo bien ante Lanús, pero no ante Gimnasia y menos ayer, al punto que fue sustituido. Así, los delanteros quedaron aislados y no fue casualidad que Figueroa y Mandra perdieran peso bajando sistemáticamente a buscar el balón.
Otro dato. Aún Figueroa y Mandra no lograron formar una cooperativa, más allá de que Central es el más goleador del campeonato. Y además Lucho no es el mismo que el del torneo pasado, afectado por un dolor en el tobillo izquierdo que arrastra desde hace mucho y que le impide moverse bien.
Otro tanto hay que decir de Castellano, cuyo dolor en la ingle por el golpe que recibió ante Lanús parece condicionarlo. No impone presencia en el arco y sale mal, sin ocultar a veces la molestia.
Central respetó tanto el libreto que tocó hasta cuando debía patear y por eso, pese a que creó situaciones en el complemento, estuvo lejos del empate. Sin ampararse siempre en lo que diga el resultado, el equipo de Menotti mostró algunas grietas en las que se deberá hacer algún retoque, para que no tenga que pagar las cosas tan caras como en Bahía Blanca.


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