| Cuando se analiza el fenómeno de la corrupción, lamentablemente tan en boga, suele volcarse todo el peso del desarrollo conceptual sobre sólo uno de los extremos de una cadena que consta de más eslabones. Es que se alude, en la inmensa mayoría de los casos, al corrupto, es decir a quien acepta el soborno, y no se hace mención del corruptor, es decir, a quien lo entrega con el objeto de obtener algo a cambio. La organización Transparencia Internacional (TI) dio oportunidad, a través del último de... |