Washington.- En un intento por calmar los temores en Estados Unidos, el presidente George W. Bush, inauguró ayer una oficina de seguridad interna para combatir el terrorismo, poco antes que efectivos estadounidenses y británicos iniciaran su segundo día de ataques en Afganistán.
En una ceremonia en la Casa Blanca, Bush asistió a la asunción del ex gobernador de Pennsylvania Tom Ridge como jefe de la Oficina de Seguridad Interna.
Ridge tendrá la responsabilidad de proteger a Estados Unidos contra atentados como los perpetrados el 11 de septiembre en Nueva York y Washington y coordinar la labor de docenas de agencias gubernamentales.
La posibilidad de nuevos atentados en suelo estadounidense aumentó desde los ataques aéreos estadounidenses y británicos del domingo en Afganistán. Los organismos de seguridad en todo el país se encuentran en máximo estado de alerta y se reforzaron las medidas en los edificios gubernamentales.
Bush enfrenta una delicada labor de equilibrismo mientras trata de liderar una guerra que sus asesores dicen podría llevar años y tranquilizar a una nación sacudida por los atentados del 11 de septiembre en el World Trade Center y el Pentágono.
Bush admitió que existía la posibilidad de otros atentados y declaró que parte de la misión de Ridge era planificar cómo prevenirlos. "Se que muchos estadounidenses en este momento tienen temores. Aprendimos que Estados Unidos no es inmune a los atentados", dijo.
Blancos posibles y controles
El presidente norteamericano encomendó a Ridge la elaboración de una estrategia "para luchar contra el terrorismo aquí, en el país" mediante el espionaje, y formas de hacer que el transporte, los sistemas de agua y alimentos y otras infraestructuras cruciales de Estados Unidos sean menos vulnerables a los atentados. La cantidad de blancos posibles es casi infinita, desde plantas nucleares hasta trenes subterráneos.
Dos sondeos mostraron apoyo por los ataques y más de 90 por ciento de aprobación por la forma en que Bush maneja la crisis. Sin embargo, la mayoría en cada uno de los sondeos piensa que los ataques aumentan el riesgo de atentados en suelo estadounidense. Muchos estadounidenses han comprado máscaras de gas y antibióticos por temor a los atentados con armas químicas y biológicas.(Reuters)