 | Las denuncias sobre venta de drogas en dos escuelas de la ciudad de Rosario causaron gran conmoción que, a no dudarlo, está totalmente justificada. En una actitud elogiable y que habla cabalmente de su compromiso con los alumnos y con la sociedad, directivos de ambos establecimientos hicieron llegar su preocupación a SOS Escuela. Inmediatamente, la situación se notificó al Ministerio de Educación de la provincia, que comenzó a investigar el tema. Desde las escuelas se sostiene que se consume y v... |
 | Yo estaba en Roma cuando una bala entró sin permiso en el cráneo de Carlo Giuliani. Cada noche, en el televisor del hotel, contemplaba aquel carrusel confuso de piernas, humo, balcones entrevistos, tanques que taponaban las calles, máscaras y sangre. Por todas partes, en las pantallas de los bares, en los altavoces de las radios que viajaban en los taxis, se repetía el mismo nombre, como un ensalmo que podía evitar una catástrofe: Génova, Génova, Génova. Pero esa presunta magia no evitó nada. Llegaron las fotografías del joven con el cerebro derramado junto a un furgón de policía, las denuncias, la imagen incontestable de un batallón entrando en la Escuela Díaz y probando sus porras contra los bultos abandonados en una cancha de baloncesto. Yo solía comer en un restaurante barato de la Via del Corso, junto a los ministerios; una noche, veinte o treinta personas se manifestaron contra la brutalidad de las fuerzas del orden y enarbolaron pancartas a lo largo de toda la calle: los rodeaban, por detrás, por delan |