La jornada nacional de cortes de ruta convocada por el primer congreso de piqueteros tuvo ayer un paso fugaz por Rosario y su zona de influencia. Hacia las 15 ya no quedaba ningún piquete en pie en todo el territorio santafesino, lo que contrastó con lo sucedido en Capital Federal y el Conurbano bonaerense. El subinterventor de la Unidad Regional II de policía, Víctor Sarnaglia, confirmó que en la ciudad "no hubo incidentes ni detenidos", y subrayó que a su entender "se habían sobredimensionado los hechos en los días previos".
El jefe policial se mostró "contento" por la tranquilidad con que se manifestaron ayer los manifestantes rosarinos. Hacia el final de la jornada, evaluó como "satisfactorio" el resultado de los operativos policiales que se montaron en distintos puntos de la ciudad.
"Los piquetes no revistieron mucha importancia y, además, fueron cortos", señaló Sarnaglia, y subrayó que la jornada de protesta se desarrolló con "absoluta tranquilidad y sin incidentes. La gente quiso manifestarse y nosotros le pedimos que lo hiciera sin afectar el libre tránsito de otras personas; así se hizo y no hubo inconvenientes", explicó el comisario.
En ese orden, señaló que "no fue necesario un amplio despliegue de efectivos. Hubo presencia preventiva, pero no estuvo afectada toda la policía", indicó.
Lo cierto es que el rechazo a las políticas de ajuste impulsadas por el gobierno nacional se paseó por las calles céntricas de Rosario desde temprano. En Tucumán al 1300, la Asociación Empleados de Comercio cortó el tránsito entre las 10 y las 14. Al repudio al ajustazo le sumaron el apoyo al reclamo que llevan adelante 82 empleados del Hipermercado Tigre, quienes aseguran que no perciben sus haberes desde hace tres meses.
A pocas cuadras de allí, los empleados de la Administración Nacional de Seguridad Social (Ansés) interrumpieron el tránsito en la esquina de Sarmiento y Rioja y desplegaron pancartas que rezaban: "Basta de ajuste para jubilados y empleados estatales".
En 27 de Febrero y Ovidio Lagos, en tanto, un minúsculo grupo se congregó en torno a una olla popular celosamente custodiada por decenas de uniformados.
"¿Cómo vamos a cortar la calle si somos menos que ustedes?", le contestó un piquetero a un policía que intentaba informarse sobre el alcance de la protesta. La manifestante tenía razón: 45 efectivos custodiaron a las menos de 30 personas que se ubicaron en el lugar para cocinar un guiso.
La protesta reunió a varias agrupaciones locales, entre las que se encontraban el Movimiento de Trabajadores Desocupados, los Jóvenes por la Unidad Antirrepresiva, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y el Movimiento Político Sindical de Liberación. Además, pasaron a probar el guiso los integrantes de la Mesa Coordinadora de Jubilados, que lidera Enrique Gigena.
La intención de los piqueteros nunca fue interrumpir el tránsito, o por lo menos eso fue lo que manifestaron a La Capital. "La crisis social y económica no se resuelve con un corte de ruta, sino con alternativas al modelo actual", sostuvo el titular del Movimiento de Trabajadores Desocupados, Luis Devalli.
Misterio develado
En tanto, los "piquetes sorpresa" que habían anunciado con tono de misterio diversas agrupaciones de izquierda se produjeron finalmente hacia las 10.30. Un grupo de unas 200 personas se concentró en Arijón y Oroño. Desde allí marchó por la avenida hasta Batlle y Ordóñez (próximo al acceso a la autopista Aramburu), donde permaneció hasta las 13.
Durante toda la protesta hubo gestos desafiantes a la policía, pero no se produjo ningún incidente. Es más, ante el arribo de refuerzos policiales, las columnas de la Corriente Clasista y Combativa, Izquierda Unida, el Movimiento Socialista de los Trabajadores y agrupaciones de desocupados decidieron replegarse y comenzar a retroceder en la marcha hacia el centro de Rosario.
Paralelamente, efectivos del Cuerpo Guardia de Infantería (CGI), avanzaron en fila hacia los piqueteros, logrando un repliegue de dos cuadras. De todos modos, el objetivo de los organizadores ya había quedado cumplido: el tránsito en Oroño y Circunvalación quedó interrumpido durante algunas horas.
En el lugar se montó un operativo de seguridad que convocó a unos 15 móviles de la Unidad Regional II y sumó a unos cien uniformados.
Fue el piquete más numeroso de la ciudad y contó con la presencia del sacerdote Joaquín Núñez, un servicio de asistencia legal al paso y la donación de comestibles por parte de los mercantiles.
Por otro lado, y hacia el mediodía, vecinos del Barrio Santa Lucía se manifestaron por espacio de una hora sobre la calle de tierra que corre paralela a la avenida de Circunvalación, en su intersección con 27 de Febrero.
La decisión fue acertada. Sobre la ruta nacional se había montado un dispositivo antipiquete que comenzó a las 7, con vehículos policiales y personal de diversas dependencias.
En la zona del gran Rosario, en tanto, el corte que más gente convocó fue el que se produjo frente a la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán. Allí confluyeron unas 500 personas que interrumpieron el tránsito de la ruta 11, entre las 10 y las 15 (ver página 4).
Por su parte, un grupo de 100 manifestantes cortó a la medianoche la ruta 11 a la altura de Maciel, pero a las 9.30 liberaron el tránsito. En Villa Constitución, en tanto, el Movimiento de Desocupados cortó durante la mañana la intersección de las rutas provinciales 21 y 90, al tiempo que obreros de Acindar interrumpieron el tránsito durante tres horas frente a la planta siderúrgica.
En la capital provincial, una pacífica marcha congregó a más de mil personas y el corte de algunas calles duró tan sólo lo que demandó el paso de la extensa columna.