Los piquetes realizados ayer en la provincia motivaron la reacción del ministro de Gobierno, Angel Baltuzzi, quien advirtió su temor de que este tipo de manifestaciones genere violencia, algo que, a su juicio, es necesario evitar.
El funcionario vio con buenos ojos que "la gente haya podido ingresar a sus puestos de trabajo", situación que "garantizó normalidad en la jornada laboral".
El jefe de la cartera política provincial había indicado la semana pasada que el gobierno santafesino iba a tomar "las medidas de prevención que correspondan para lograr la menor cantidad de daño posible al derecho de circulación de los ciudadanos".
Temor
Además, vislumbró "con temor" que el país vuelva a transitar "los caminos de la década del 70 que se vivieron muy dolorosamente con consecuencias tremendas por los efectos del accionar violento".
En esta sintonía, remarcó que la senda de la violencia "a veces se comienza a transitar casi inadvertidamente, y después puede ser incontrolable".
En efecto, llamó a que la gente resuelva las situaciones conflictivas evitando circunstancias que "siempre conducen a otras peores". En tanto, consideró que "si un piquete es una acción de protesta, debe generar mesas de consenso, donde se analicen soluciones".
Para Baltuzzi, "eso es lo positivo". El funcionario ofreció esta visión antes de recordar su experiencia personal en la década del 70. "Viví en carne propia las consecuencias de la violencia. Esa época produjo muertos, presos, desaparecidos y exiliados sin obtener ningún resultado. Hay que buscar caminos más inteligentes para el futuro", remató.