La Comisión Ejecutiva del Episcopado (CEE) y el Consejo Nacional Cristiano Evangélico (CNCE) coincidieron en la necesidad de una "urgente" unidad de todas las entidades que conforman el tejido social, frente la crisis socioeconómica que atraviesa la Argentina y que ayer tuvo a los piquetes como su signo más visible. En un breve comunicado conjunto, las Iglesias cristianas manifestaron su preocupación por "la patria y su futuro" y, ante la "gran pobreza producida por la carencia de trabajo", analizaron la posibilidad de desarrollar un servicio común tendiente a que "no falte el pan y los medicamentos en ningún hogar". También se comprometieron a continuar con este diálogo ecuménico para "contribuir a la solidaridad y la paz" de los argentinos y alentaron a las comunidades católica y evangélicas a "la oración confiada y perseverante y al compromiso firme y sacrificado en bien de nuestro país". "Se coincidió en la urgencia de ser agentes de unidad entre las distintas entidades, no sólo las religiosas, sino todas las que conforman el tejido social. Y, ante la gran pobreza producida por la carencia de trabajo, se dialogó sobre la posibilidad de desarrollar en común servicios tendientes a que no falte el pan y los medicamentos en ningún hogar", subrayaron los máximos representantes del Episcopado y la entidad que nuclea a las Iglesias Evangélicas.
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