La jornada de paro transcurrió sin graves incidentes, aunque no faltaron los disturbios aislados.
A las 7.30, dos personas armadas se abalanzaron contra un operario de la empresa de recolección de residuos Lime. Rubén Boronti, de 34 años, fue sorprendido por los agresores en la esquina de Andrade y Casaccia, en zona sur. Los dos hombres atacaron al operario insultándolo y diciéndole: "Carnero, seguí trabajando". Luego, y en medio de la confusión y el susto del empleado agredido, las dos personas se dieron a la fuga rápidamente.
Dos horas más tarde, cuando llegaban los primeros manifestantes de Empleados de Comercio a la delegación gremial, ubicada en Corrientes al 400, la policía detuvo a una persona. El manifestante, identificado como Alberto Cenua, llevaba un arma blanca y fue detenido por los efectivos de la policía cuando los mercantiles comenzaban a cortar la calle para interrumpir el tránsito.
Así, Rosario vivió una jornada con muchas quejas y pocos disturbios.