"¿Qué paro?", se preguntaron Dominga y Carlos, mientras ella espiaba los diarios en un quiosco de revistas y él manejaba un taxi. La pregunta fue la misma, pero sonó diferente en cada boca. Y claro, la mujer llegó de Italia hace pocos días y no está al tanto de las últimas noticias. Pero el empleado sí lo sabe, y justamente por eso surgió el porqué de su pregunta. "Este paro no existe, hoy fui a Tribunales y estaba todo el mundo trabajando", masculló.
No fue el único, la mayoría de las personas consultadas ayer por La Capital no estaba de acuerdo con la medida de fuerza dispuesta por la CGT disidente. Y Hugo Moyano, su líder, fue el más recordado: "Traidor", "negociador nato" y "ventajista" fueron algunos de los calificativos para el dirigente.
"Ese no representa a nadie", dijo Marcelo al tiempo que sostenía un vaso de vermut en un bar céntrico. El hombre se refería a Moyano, pero su compañero de mesa interpretó mal el mensaje: "Es verdad, (Edgardo) Bauza no puede ser el técnico de Central. Me dio lástima la imagen que mostró el equipo de este señor", saltó repentinamente Juan. En un segundo el tema de debate cambió radicalmente: de las causas que derivaron en un paro general al penal injustificado del jugador canalla Darío Marra.
El de Juan y Marcelo fue apenas un diálogo sobre el partido que jugó anteayer Central con Cruz Azul de México. Es más, la mayoría, más allá de la camiseta, analizó el encuentro: "Con el uno a cero en contra estábamos bien", se le escuchó decir a un joven mientras miraba una vidriera de la peatonal Córdoba.
La detención del ex presidente Carlos Menem también estuvo en el tapete. Y lo que generó más polémica fue que cumpla la condena en una quinta de Don Torcuato. "Hay que hacer una limpieza en la cárcel; sacar a los presos y meter a todos los políticos", dijo el quiosquero de revistas de Córdoba entre Corrientes y Entre Ríos.
Dominga, que estaba mirando los diarios en ese momento, expresó: "La corrupción está en todo el mundo, sólo que en Italia se paga". Mientras la mujer analizaba desde su ángulo de extranjera la situación de Menem, Pablo y Javier -que llegaron de Buenos Aires hace una semana- compraban La Capital. "Ahora hay que revolear la media y que entren todos en cana", dijo uno de ellos.
Siempre está el nostálgico que en estos casos recrea el pasado: "Este desastre es por algo, lo que pasa es que ahora todos se olvidan de la gestión de Raúl Alfonsín y la de los diez años del turco (Menem)", dijo Juan. "¿Los sindicalistas?, para qué nombrarlos. De todos, Moyano es uno de los más ladrones", expresó Marcelo. Pablo, que es gremialista, admitió que "la gente para porque los sindicatos así lo deciden".
Más allá de los adjetivos calificativos que recibió Moyano, la mayoría de los rosarinos negó sentirse representado por este dirigente. Por eso, muchos no pararon. Y muchos otros lo hicieron a regañadientes. Y mientras el día avanzaba, el fútbol y la detención de Menem fueron más importantes en la agenda de temas.
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La Ciudad
