Carnavales en Venecia: Entre la magia y la realidad En la ciudad del norte italiano conviven canales con edificios que parecen salidos de un cuento de hadas. El mes próximo, en la plaza San Marcos, desfilarán las máscaras, mimos y músicos | |
| Los carnavales, una puerta de entrada al siglo XVIII. |
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Disponemos de innumerables poemas, novelas, cuentos, confesiones, relatos de viajes y correspondencias sobre Venecia, sin embargo, esta ciudad no resulta apasionante para los que la toman sólo como un lugar más en el mapa. Sólo puede dimensionarse a través del arte, la música o la escritura, el verbo o la pintura, la arquitectura o la poesía. Porque es una ciudad artista para las almas artistas. Esto se afirma particularmente durante los festejos del carnaval, cuarenta días antes de la Pascua. M... | | Mendoza: Aventura al pie de los Andes En Malargüe la gran atracción son las reservas faunísticas. Desde la capital provincial parten contingentes para conquistar el Aconcagua | |
| Amantes del mountain bike en la base del Aconcagua. |
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El sur mendocino conforma uno de los lugares más bellos de la provincia, donde se conjuga la naturaleza pródiga en paisajes de nieve y agua con el trabajo del hombre, convirtiendo desiertos en oasis aptos para el turismo aventura. A unos 420 kilómetros de la capital provincial y a 180 de San Rafael está el departamento de Malargüe, con reservas faunísticas y naturales como Payén y La Payunia. Además se puede visitar la laguna Llancanello y distintas cavernas, entre las que se destacan Las Brujas... | | Claromecó: Santuario de caracoles El balneario del sur bonaerense seduce por sus playas. Un cementerio natural atrae a coleccionistas y curiosos, en especial, los días de luna llena | |
| Bellas y tranquilas playas para disfrutar en familia. |
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Claromecó tiene el encanto de las playas. En la lengua de los araucanos significa Tres Arroyos, nombre del partido bonaerense que la cobija en su litoral atlántico, mientras otros traducen Claromecó como Tres Arroyos con Junquillos. Cuando estas costas eran apenas un largo médano de dunas vivas, ya estaba allí, desde 1922, el faro que guiaba a los navegantes con sus luces inteligentes. Para llegar a lo más alto del faro hay que subir 278 escalones, esfuerzo que bien vale la pena. Los nativos ase... | |
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