Con las pocas energías que le quedaban, Boca se alzó con el título del Apertura, para el cual hizo los méritos necesarios bastante antes de las últimas tres fechas del campeonato.
Hasta ahí nadie ponía en duda el título pero después de las derrotas ante Independiente y Chacarita, el panorama no fue el mismo. Sin embargo hasta ese momento el equipo de Bianchi fue forjando su destino con actuaciones siempre convincentes.
De hecho hasta el cotejo en Avellaneda ante Independiente, los dirigidos por Bianchi se mantenían invictos, luego de las primeras 16 fechas, un dato que a esta altura no es muy tenido en cuenta pero que sirve para mostrar la manera en que Boca construyó su título.
Con un gol que Matías Arce festejó hasta las lágrimas, Boca liquidó el pleito sin depender de River o Talleres.
Tras el pitazo final de Sánchez comenzó el festejo de Boca, el tercero en el segundo semestre. Un hecho difícil de igualar, sobre todo teniendo en cuenta que dos de ellos son a nivel internacional. Al fin y al cabo, el pueblo xeneize estaba pegando otra vuelta más.