Graves incidentes se registraron anoche en Mar del Plata cuando unos 4.000 hinchas de Boca Juniors apostados en el monumento a San Martin, ubicado en Luro y Mitre de esta ciudad, chocaron con efectivos policiales apostados en las inmediaciones.
Los hechos comenzaron cuando los enfervorizados simpatizantes xeneizes arrojaron piedras y todo tipo de elementos a un grupo de efectivos de la policía que estaban apostados a una cuadra de ese lugar.
La policía reprimió duramente con gases y balas de goma, a lo que manifestantes respondieron con más proyectiles. Durante las corridas se produjeron roturas de vidrios en el edificio del municipio, también en vidrieras de algunos comercios y en el consulado de España.
Tras los serios incidentes hubo numerosos detenidos, también muchos heridos, mayormente del lado de los simpatizantes de Boca, aunque también sufrieron los efectos de la refriega algunos efectivos policiales.
Durante los festejos un joven que estaba encaramado en lo más alto del monumento a San Martín se cayó y golpeó duramente la cabeza en el piso, por lo que fue inmediatamente trasladado en un ambulancia al hospital interzonal Oscar Allende.
Todos al Obelisco
Centenares de automóviles e hinchas a pie y otros en bicicleta iniciaron anoche una interminable caravana que rodeó el Obelisco y cubrió las principales avenidas del centro y los barrios porteños para festejar la nueva coronación de Boca Juniors.
Apenas concluyó el partido, los simpatizantes que habían presenciado el partido abandonaron la Bombonera para dirigirse al típico lugar de esta capital donde se celebra todo logro deportivo: el Obelisco.
La mayoría caminando, otros en automóvil y algunos en bicicleta, atronaron con bocinazos y gritos la tranquila noche de domingo del centro porteño.
Además, le agregaron colorido con banderas, gorros y camisetas azul y oro, mofándose de sus primos de River Plate con toda clase de dedicatorias y cánticos burlones.
Las caravanas boquenses confluyeron en el Obelisco y giraron a su alrededor a modo de simbólica vuelta olímpica, para luego proseguir la celebración por las principales avenidas del centro porteño.
Las arterias de mayor circulación vehicular de los diferentes barrios metropolitanos también fueron testigos del festejo de la decimonovena estrella que se agregó al escudito de Boca, por un nuevo título logrado en un torneo del fútbol argentino.