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 sábado, 29 de septiembre de 2007  
La impericia le jugó una mala pasada a un ladrón

Como de costumbre, el jueves pasado el mediodía, Laura llegó en su moto verde a Cabín 9 para levantar los pedidos de jugos Naranpol en diversos comercios del barrio. Pero a poco de estacionarse frente a uno de los negocios, un hombre la encañonó con un revólver y le arrebató el pequeño rodado de 100 centímetros cúbicos.

   Tras el atraco, el ladrón cruzó la vía que divide el barrio a todo lo que daba el pequeño vehículo. Pero a unos 400 metros de donde se perpetró el robo, el maleante se cayó con el rodado a una de las zanjas que encausa las aguas servidas del barrio. Maloliente y mojado, el delincuente emprendió la huida y se escondió dentro de una vivienda. Sin embargo, a los pocos minutos, y gracias a la colaboración de los vecinos, fue apresado por agentes de la subcomisaría 18ª.

   Todo ocurrió en menos de media hora, el jueves a la siesta, en el barrio que marca el límite entre Rosario y Pérez.



Rutina interrumpida. Laura, una promotora de 31 años de la empresa Naranpol, llegó al barrio para levantar pedidos de mercadería en una moto Yamaha Crypton color verde. Todo transcurría para ella como una jornada más de su rutina. Pero mientras la trabajadora estacionaba su rodado, un muchacho, con su cabeza oculta bajo la capucha de un buzo le apuntó con un revólver y le sustrajo el rodado. Cuando la mujer comenzó a gritar pidiendo ayuda, el ladrón ya estaba cruzando la vía con la moto. “El ladrón tomó por Cardenales al este y luego por calle Ombú (que corre paralela a la vía). Pero a la altura del 200 hizo una mala maniobra y se metió de cabeza con la moto a la zanja”, comentó una fuente policial.

   Ante el robo, Laura comenzó a correr al ladrón mientras pedía ayuda. Así fue que a la persecución de la trabajadora y los vecinos se sumó una patrulla de la sub 18ª. “Gracias al testimonios de algunos vecinos, que indicaban en qué casa se había ocultado el maleante, se logró su detención. El muchacho ya se había pegado una buena ducha y hasta estaba peinado”, sugirió la fuente policial. Trasladado a la sub 18ª, el joven fue demorado y luego liberado gracias a la aplicación del artículo 301 del Código Procesal Penal.


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