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 sábado, 29 de septiembre de 2007  
“Mil años de oración”, Concha de Oro en San Sebastián

San Sebastián- La película “Mil años de oración”, del chino-estadounidense Wayne Wang, una producción intimista sobre la incomunicación entre un padre y una hija, ganó el sábado la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, en donde el premio a la mejor actriz recayó en Blanca Portillo.

La cinta de Wang, nacido en Hong Kong, se centra en el contraste entre la cultura china y la estadounidense, y desde su proyección sonó como una de las favoritas para llevarse el máximo galardón.

Wang, que debe su nombre de pila a la adoración que sentía su padre por el actor John Wayne, recurre al humor y la ternura para esbozar la historia de un viudo de Pekín que viaja a Estados Unidos para ayudar a su hija recién divorciada, con la que ya no se entiende.

El director ha alternado grandes producciones de Hollywood como “El club de la buena estrella” (1993), “Sucedió en Manhattan” (2002) y “Last Holiday” (2006), con otras más pequeñas e independientes, como “Smoke” (1995), “Blue in the Face” (1995), co-dirigida con Paul Auster, presidente del jurado de la actual edición del festival.

El protagonista de “Mil años de Oración”, el chino Henry O, se llevó la Concha de Plata al mejor actor, mientras que el galardón a mejor actriz fue para la española Blanca Portillo por “Siete mesas de billar francés”, de Gracia Querejeta.

Por su parte, la cinta de Querejeta obtuvo el premio al mejor guión, compartido con la estadounidense “Honeydripper”, de John Sayles.

“Estoy muy contento con el premio, y con el festival, que tiene una interesante selección de películas,” dijo Sayles a Reuters en el hotel María Cristina después de publicarse los galardones.

Sayles, precursor del cine independiente estadounidense, es un habitual del festival de San Sebastián, donde ya ha participado en varias ocasiones y se le dedicó una retrospectiva en 1994.

“Honeydripper” es una historia ambientada en la Alabama racial de los años 50, donde la protagonista es la música y la necesidad de cambiar para seguir adelante.

Portillo protagoniza la quinta película de Querejeta junto a la española Maribel Verdú, cuyo nombre sonaba más aún que el de la ganadora en todas las apuestas para la Concha de Plata.

En el filme, las dos actrices mantienen un duelo interpretativo en una sala de billar en ruinas, como la hija y la amante de un hombre que acaba de morir y deja el negocio como toda herencia.

Con “Siete mesas de billar francés”, la realizadora volvió a abordar el tema de la familia y sus complejidades.

La Concha de Plata a mejor director recayó en el británico Nick Broomfield por su visión de la guerra de Irak en “Battle for Haditha”.

La mención especial del Jurado fue para “Buda explotó de vergüenza”, ópera prima de la joven iraní de 19 años Hana Makhmalbaf, una de las grandes favoritas tanto del público como de la crítica para llevarse un premio.

Finalmente, la película hongkonesa “Exodus”, de Pan Ho-Cheung, obtuvo el Premio del Jurado a la Mejor Fotografía.

La edición número 55 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián se clausura esta noche con una gala en el Kursaal, a la que asistirán los premiados junto a estrellas del celuloide como Demi Moore, Roberto Benigni, Samuel L.Jackson y Liv Ullman, último Premio Donosti, entre otros. (Reuters)
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