Complejo y envidia

Hace unos días tuve oportunidad de escuchar una frase cuya autoría se le atribuye nada menos que a Albert Einstein y cuyo texto dice (más o menos): "Sólo hay dos cosas en este mundo que son infinitas: el universo y la estupidez humana". Ignoro los motivos por los cuales fue pronunciada esta frase, ni a qué o a quién estuvo dirigida. Pero si la hubiese pronunciado en estos días seguramente se hubiese referido al retrasado mental (con perdón de aquellas buenas personas que padecen este problema) que tuvo la "ideota" de pintar con los colores rojo y negro la estatua de Alberto Olmedo. Esta actitud de la cual su autor aún se debe estar riendo porque seguramente le debe haber parecido muy graciosa, no hace más que poner en evidencia (una vez más y van...) el gran complejo de inferioridad que padecen muchos (obvio que no todos) de los simpatizantes rojinegros y la inocultable envidia que sufren debido al hecho de que la gran mayoría de las figuras más populares de la ciudad son o fueron hinchas de Central. A saber: el Che, el Negro Olmedo, el Negro Fontanarrosa, Fito, Baglietto, Fandermole, de los Santos, Abonizio, Silvina (Garré y Luna), María Fiorentino, Bordón, Llach, Sietecase y muchos otros más que seguramente me olvido. Ellos: Pablo y Pachu, el Negro Lavié, Van der Kooy, Bertone, Bigote (Acosta) y el ex canciller, ex candidato a gobernador, ex diputado Rafael Bielsa. No pueden, no saben o no quieren aceptar la indiscutible, irrefutable e inexorable verdad de que los hinchas o simpatizantes de Central somos gran mayoría en nuestra ciudad, alrededores y resto del país. Las encuestas y las estadísticas lo avalan. También leí en cierta oportunidad una frase muy interesante cuyo autor/a desconozco: "Para cambiar la realidad, primero hay que aceptarla". A la que le podemos agregar la del General: "La única verdad es la realidad". Y por ahora, la realidad es esa, la que está, no hay otra. Podrá revertirse tal vez con el tiempo. Y eso es lo que no aceptan, lo que les duele, lo que provoca reacciones como la de este individuo que le ha faltado el respeto a toda la ciudad, incluyendo (de esto estoy seguro) a muchísimos que aman la misma camiseta que él, porque el Negro fue, es y será de todos los rosarinos.

Manuel Laffont, DNI 6.059.775