Viajeros del Tiempo

Rosario 1905 / 1910

Guillermo Zinni / La Capital

Fisherton, un pueblo de veraneo para la sociedad distinguida. Muy poca cosa han hecho hasta ahora las autoridades municipales en favor de la urbanización y embellecimiento de los pueblitos inmediatos a la ciudad y que se encuentran dentro de su jurisdicción. Cuantas veces se ha demandado algo al respecto, esas autoridades han antepuesto el argumento del escaso dinero en impuestos que esos núcleos poblacionales aportan a la comuna, como si no fuera necesario primero sembrar para luego recoger los frutos. Hay escasos lugares de veraneo a nuestro alrededor que merezcan tanto atraer el interés de nuestra sociedad distinguida como el pueblo de Fisherton, ubicado a pocos pasos del Rosario y en un paraje que se presta singularmente para que las familias pasen de una manera agradable la temporada estival. Sin embargo, la municipalidad no ha hecho nunca nada para el mayor embellecimiento de ese pueblo, como no sean proyectos más o menos simpáticos. Actualmente, los vecinos de ese lugar tienen pendiente de la consideración municipal un proyecto pidiendo el desalojo del núcleo urbano de los hornos de ladrillos que están ubicados en las inmediaciones y que representan una perpetua molestia para las familias veraneantes. Debe esperarse entonces que esta solicitud sea acogida favorablemente, y del mismo modo corresponde también que la comuna produzca respecto a Fisherton otras resoluciones benéficas, entre las que conviene hacer figurar la prolongación del servicio de aguas corrientes y la apertura de una avenida directa, cómoda y rápida desde el Rosario. Sin duda que ya es tiempo de que nuestras familias no se vean obligadas a emigrar de la provincia para veranear, y ello sólo podrá conseguirse embelleciendo los pueblos cercanos a nuestra ciudad.