Canto y piano para un tributo cabal

José Cura y Eduardo Delgado celebraron los 25 años del Mozarteum Rosario

Marcelo Menichetti / La Capital

Con un excepcional concierto protagonizado por el tenor José Cura y el pianista Eduardo Delgado, el Mozarteum Argentino Filial Rosario festejó sus 25 años de actividad en la ciudad. Los artistas rosarinos radicados en el exterior retornaron a su ciudad natal para brindar un repertorio de canciones que alcanzó sus puntos más altos con el estreno mundial de los “Sonetos” musicalizados por José Cura sobre poesías de Pablo Neruda, las versiones instrumentales de Delgado de “Adiós Nonino”, de Astor Piazzolla, y “Bailecito”, de Carlos Guastavino, y en el brillante cierre con “Canción a la bandera” de la ópera “Aurora”, de Héctor Panizza.

   El Auditorio Fundación Astengo vio colmada su capacidad en la fría noche del domingo último. La impostergable cita reunió sobre el escenario al más aplaudido cantante que dio la ciudad y a su pianista con mayor proyección internacional. El motivo que los convocaba no era menos importante: se cumplía el primer cuarto de siglo de labor de una institución que posibilitó la actuación en Rosario de gran parte de los mejores exponentes del denominado género clásico de los últimos tiempos, incluyendo a músicos, directores, solistas, conjuntos de cámara y grandes formaciones orquestales así como bailarines y cantantes.

   Con un marco de público acorde, el concierto se caracterizó por la informalidad impuesta por sus protagonistas. Ambos artistas afectados por un indisimulable resfrío, realizaron pausas para tomar té en escena. El gesto otorgó la necesaria calidez a una noche vivida en un real clima de festejo por años de trabajo dignamente coronados con las presencias de dos hijos de la ciudad que hoy cosechan aplausos por el mundo, quienes volvieron para celebrar con música un aniversario que tuvo hasta su feliz cumpleaños ofrecido desde el escenario.

El pianista Eduardo Delgado y el tenor José Cura sumaron su arte para ofrecer una brillante gala musical signada por la informalidad y la calidez de una verdadera fiesta de cumpleaños.