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 martes, 10 de julio de 2007  
La calle Corrientes ya empieza a perfilarse como un paseo de diseño
Las inversiones en nuevos comercios conviven con antiguos edificios vacíos y deteriorados

Laura Vilche / La Capital

San Martín es la calle de los repuestos; Maipú, la de las joyerías y relojerías; Seguí, el bulevar de las compraventas; San Luis, la de la “venta por mayor y menor” de todo tipo de productos. Y ahora, y desde que comenzó el tan mentado boom de la construcción, la calle Corrientes (en el tramo céntrico que va desde San Lorenzo al río) se perfila como el paseo de los productos afines a la construcción, el diseño y la arquitectura. Lo curioso es que estos rubros se instalen precisamente en una calle, que a partir de los 70, con el cierre de la Estación Rosario Central (hoy Distrito Centro) comenzó a perder su esplendor. Los vecinos, sin embargo, apuestan a que la calle reviva y ya tienen algunas ideas en la manga (ver aparte).

No es casual que los comercios ligados a la construcción y decoración se instalen en cercanía del área central (Oroño, el río y Pellegrini), una zona que concentra la mayor cantidad de edificios nuevos y en construcción. “Por Wheelwright, se han construido muchas torres de categoría que generaron un mercado de arquitectos, ingenieros y propietarios de inmuebles que comenzó a comprar en el centro, cuando hasta hace unos años se iba a Buenos Aires a buscar materiales”, aseguró una comerciante de la zona.

Los registros de la Dirección de Habilitaciones municipal, permiten medir el fenómeno. En los dos últimos años se abrieron, sólo en el Distrito Centro, 32 locales de construcción, 59 de pisos y revestimientos, amoblamiento de cocina y baños y mueblerías y 110 inmobiliarias y afines. Muchos de estos locales se inauguraron precisamente entre el 100 y el 600 de calle Corrientes.

En esas seis cuadras, desde los últimos cuatro años, comenzó a gestarse una convivencia inmobiliaria ecléctica. Edificios que alguna vez fueron glamorosos y hoy están tapiados o intervenidos sin criterio (como el ex Cine Imperial), con comercios que hacen del diseño su leit motiv, como el de indumentaria de alta costura Varanasi, de los arquitectos Víctor Delgrosso y Mario Buraglio.

Cuadra por cuadra.
Corrientes está aún lejos de transformarse en un Centro de Diseño como el de Barracas (Buenos Aires). Pero si se la camina hacia el río, ya se ven síntomas de que algo con ese estilo puede generarse en un futuro cercano. En la cuadra del 600 hay dos empresas de pisos de madera flotante. En la del 500, una casa de cuadros, una de objetos de decoración y en la esquina con Urquiza una tradicional mueblería.

En el 438 de la arteria, donde por años supo funcionar la tradicional casa de repuestos de electricidad y luminarias Katester, se acaba de mudar la empresa Mainardi, también de iluminación. “Desde el 91 estuvimos en Pellegrini, una avenida que ya quedó con un perfil netamente gastronómico, por eso nos mudamos acá, a una calle ancha y con buena circulación, revitalizada con la apertura al río y la zona de más crecimiento en construcción y demografía de los últimos años”, aseguró Gustavo Mainardi, titular de la firma.

La nueva casa se instaló preservando detalles del viejo comercio (cuyo edificio fue construido en 1926). Estanterías y rieles con sus escaleras de madera, el techo, las vidrieras y aberturas, todo se recuperó en este local de 800 metros cuadrados —entre espacio de exhibición y depósito—. “Esta zona cuenta con las características patrimoniales de famosos paseos de diseño como los de Milán o Barcelona. Tiene un potencial increíble”, agregó Mainardi.

En la cuadra de Corrientes al 300 convive una casa de materiales de construcción y revestimientos, con una firma de cocinas y estar, dos viejas y depreciadas galerías (Dominicis y Corrientes) y tal vez uno de los edificios de valor patrimonial mejor conservados de la arteria. A mitad de manzana, un bello inmueble absolutamente deslucido se ofrece en alquiler.

A lo largo del 200, dos casas de muebles de cocina, una de mobiliario de oficinas, otra de venta de pisos. Al 100, se ofrecen cortinas y tapizados, pisos de granito, otro local de decoración y de muebles.

“Esta zona comenzó a ser la de las cosas de la casa, no sólo compran aquí los rosarinos sino la gente de localidades vecinas que han invertido inmobiliariamente, llevan muebles para sus departamentos en Rosario y sus viviendas principales de Venado Tuerto, Firmat, Casilda, también San Nicolás y tantas otras ciudades importantes”, indicaron desde Raln Desing.
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Poco a poco, por Corrientes se instalan vistosos comercios con la idea de atraer a un público que antes compraba en Buenos Aires.

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