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 domingo, 06 de agosto de 2006  
Pueblos originarios evocaron la unión entre hombre y naturaleza
La ancestral celebración a la Pachamama incluyó música, cantos, bailes y ofrendas en el parque Independencia

Una vez más, como cada mes de agosto, las comunidades andinas de Rosario celebraron a la Pachamama (Madre Tierra). Cantos, ritos, bailes y palabras formaron parte de la ceremonia con la que evocaron la comunión del hombre con la naturaleza. Wichís, kollas, aymaras y mapuches se reunieron ayer en la plazoleta de los Pueblos Originarios en el parque Independencia para desplegar, en una ceremonia llena de color y de símbolos, la mística de sus culturas ancestrales.

"Queremos recuperar nuestras lenguas, tradiciones, cultura y nuestra espiritualidad", explicó Juan Olarte, encargado de dirigir la ceremonia de la que participó en forma especial el grupo Sayarina. Según el líder de la comunidad chicheñia, lejos del etnocentrismo, sus pueblos promueven la unidad en la diversidad (wip`ala). "No es necesario ser morochos ni descendientes de originarios para tomar nuestro lema, sino sentir que somos parte de este continente que nos cobija, nos alimenta y que calma nuestra sed", explicó en el tramo central de sus evocaciones.

Con una bandera del Movimiento Cultural Indoamericano con la imagen del Tupac Amaru como fondo, Olarte dijo que la fiesta de la Pachamama es la forma natural que tienen los pueblos de agradecer a la naturaleza, en un momento determinado del año. El ritual reproduce la vida y su devenir porque anuda tiempo y espacio con la tierra. "Esto es lo que genera las culturas, el andar el desarrollo del hombre", comentó.

El ritual de la Pachamama incluye un círculo de personas alrededor de un altar (boca de la tierra) sobre el que, a su turno, van depositando con esmero los frutos que brinda el suelo en el lugar en el que se está celebrando. Maíz, semillas, flores y alimentos, formaron parte de las ofrendas para que la abundancia y fertilidad siga su ciclo y vuelva a permitir la vida en todas sus manifestaciones. El ritual comenzó con el sonido cósmico del pututu, caracol del océano Pacífico. "Convocamos a los espíritus para que presidan esta búsqueda de la armonía con la tierra, es nuestra forma de ligarnos al mundo", enfatizaron.
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Wichís, kollas, aymaras y mapuches se reunieron ayer para recuperar sus culturas.


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