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 jueves, 22 de junio de 2006  
Los "padrinos" de la mafia quieren llegar al Parlamento

peer Meinert

Roma/Palermo. - Uno de los jefes de la Cosa Nostra ya había ordenado a sus "soldados" que compraran grandes cantidades de ácido sulfúrico. Se estaba preparando "un ajuste de cuentas" entre clanes rivales de la mafia en Sicilia. Los mafiosos veteranos en la isla saben por experiencia para qué sirve el ácido: hace desaparecer discretamente los cadáveres tras un enfrentamiento.

El golpe más reciente, con un total de 45 detenciones de destacados capos, ha puesto al descubierto la pesadilla del mundo de la Cosa Nostra. "Hemos impedido una guerra de la mafia. Con muchos muertos en las calles de Palermo", comenta uno de los principales investigadores. Pero ese no es el único descubrimiento. La prensa italiana informó ayer de "que salen a la luz las nuevas relaciones entre la mafia y la política" y siempre sale a coalición el partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi.

La última operación policial no ha sido un operativo cualquiera. Esta vez los investigadores han llegado a la cúpula de la "Piovra" (Calamar). Consiguieron espiar la "cumbre" de los jefes. El lugar donde se iba a celebrar era más bien poco llamativo: los capos se citaron en una choza de chapa en medio de Palermo.

"Se reunieron alrededor de una mesa de plástico", señalan los investigadores. Para que sus "soldados" supieran que se había dado la orden de "máxima alerta de seguridad" se había atado un balón de fútbol a la puerta. Dentro de la choza de chapa se habló sin rodeos.

Durante mucho tiempo, la Cosa Nostra iba bien, los territorios de cada familia estaban repartidos, y sobre todos los clanes estaba el "capo de tutti i capi" (jefe de todos los jefes), Bernardo Provenzano, que tenía bien sujetas las riendas.

Y así continuó hasta abril, cuando cayó Provenzano tras 40 años en búsqueda y captura. Tan sólo en Palermo, los clanes se repartieron muy limpiamente la ciudad en siete "distritos". Durante un tiempo, la situación estuvo tan "clara" que en la capital siciliana hubo muchas menos muertes que en muchas otras ciudades italianas.


Vientos de guerra
Ahora, la ancestral "vendetta" entre los clanes volverá a resurgir con consecuencias impredecibles. Tan sólo una cosa está clara: "Soplan vientos de guerra en la Cosa Nostra", afirman de forma poética los expertos en Roma. Uno de los jefes detenidos en la choza de chapa fue más prosaico: "Si los otros disparan, yo soy el primero que cae al suelo". Tampoco deja de dar miedo el entramado entre política y crimen organizado. Los diarios italianos publicaron ayer las conversaciones captadas en la choza sobre la estrecha cooperación y los claros acuerdos entre los "padrinos" y un político regional de "Forza Italia", el partido de Berlusconi.

El diario Corriere della Sera (Milán) señala que para evitar polémica en el futuro con los políticos, los "capos decidieron infiltrarse directamente en las instituciones políticas". Los capos querían que uno de los suyos concurriese en las próximas elecciones municipales en Palermo. También la orientación política del partido estaba clara, esta vez debería ser "en dirección hacia los democratacristianos". (DPA)
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El capo mafioso Bernardo Provenzano fue arrestado en abril tras 40 años de búsqueda.


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