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 miércoles, 31 de mayo de 2006  
La vacunación, un aliado contra la meningitis
Se da con mayor frecuencia en invierno. Para las bacterianas existe la inmunización. Cómo detectarla

La noticia circuló en todo el mundo el mes pasado: "el volante de la Selección Argentina e integrante del Valencia, Pablo Aimar, contrajo meningitis", y más de uno sintió escalofríos. Y aunque se trata de una enfermedad que puede traer serias complicaciones, cuando se contrae la forma virósica, como le sucedió al jugador de fútbol, la evolución suele ser buena y en muchos casos ni siquiera requiere un tratamiento específico. Aimar estuvo controlado durante una semana y luego se le dio el alta.

¿Cuáles son entonces las meningitis peligrosas? "A diferencia de las virales, las meningitis bacterianas tienen peor pronóstico por la chance de que el paciente muera o le queden secuelas. El pronóstico está dado por la celeridad en el diagnóstico y el inicio del tratamiento", explica Joaquín Bermejo, infectólogo. Por eso es tan importante que los médicos "sospechen la enfermedad" tanto en niños como en adultos ante síntomas como dolor de cabeza persistente, fiebre, molestias frente a la luz e intolerancia a los ruidos.

En las últimas décadas, en distintos países del mundo, entre ellos la Argentina, la vacunación ha dado respuestas satisfactorias en cuanto a la prevención, especialmente desde que se incorporó al calendario oficial.

Las bacterias más comunes que producen meningitis son el neumococo, meningococo y haemófilus influenza tipo B. En la actualidad existen vacunas para las variantes bacterianas. En los niños la vacuna se aplica antes de los dos años y previene ante la bacteria del meningococo.

Cualquier persona puede recurrir a la inmunización si así lo desea. En tanto, hay ciertos grupos de riesgo a los que se le recomienda la vacunación: personas con alteraciones inmunológicas, adultos a los que les extirparon el bazo por enfermedad o traumatismo, quienes tienen una enfermedad hematológica como mieloma y los alcohólicos.

"Las vacunas conjugadas contra la meningitis cambiarán la evolución de la enfermedad en los próximos años", asevera Bermejo.


¿Medidas extremas?
Si se diagnostica la enfermedad ¿es necesario tomar medidas para evitar el contagio con familiares directos o compañeros de escuela o del trabajo? "Puede haber casos por meningococco o haemófilus en los que se recomienda la profilaxis en los convivientes de primer grado (los que viven bajo el mismo techo).

Si es un chico y va a la escuela, es necesario medicar al compañerito de banco de manera preventiva, y si el niño va al jardín, a los niños más cercanos. No hay que cerrar aulas, ni aislar totalmente al paciente. Esto conviene señalarlo porque ha habido medidas exageradas que no tienen ningún sentido; si se actúa de ese modo es por falta de información científica", aclara el infectólogo.


Secuelas
Las meningitis virales no tienen, por lo general, mala evolución, ¿pero qué pasa con las bacterianas? "Cuando no son debidamente tratadas o bien surge alguna complicación, las bacterianas pueden evolucionar mal y dejar secuelas", explica Bermejo. Disminución de la audición, convulsiones, alteración de las funciones intelectuales superiores, dificultad para la concentración, se anotan entre las complicaciones posibles. Rara vez la meningitis bacteriana provoca hidrocefalia.
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