Año CXXXVII Nº 49127
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Escenario
Policiales
Ovación
Cartas de lectores



suplementos
Ovación Mundial
Salud
Página Solidaria


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 28/05
Mujer 28/05
Economía 28/05
Señales 28/05
Educación 27/05
Autos 25/05
Salud 17/05
Página Solidaria 10/05
Estilo 29/04

contacto
servicios
Institucional

 miércoles, 31 de mayo de 2006  
Un hombre falleció en el asalto e incendio que ordenó su hijastro
La víctima cayó en la trágica trampa que le había tendido el joven, de tan sólo 15 años. Su mamá resultó herida

Buenos Aires.- Un hombre de 54 años murió calcinado después de que una banda de delincuentes ingresara a su vivienda con fines de robo y prendiera fuego intencionalmente a la casa. En el hecho también resultó herida la concubina de la víctima y a la vez madre de un chico de 15 años que fue detenido como sospechoso de idear la macabra secuencia. Además del menor hay otros cuatro apresados, todos adolescentes, quienes confesaron ante las policía que el "entregador" fue el hijastro del hombre muerto, identificado como Jorge Oscar Hernández, de 54 años.

Lo más curioso del caso es que Hernández fue víctima de una trampa que él mismo le había tendido a su hijastro ya que, como sospechaba que éste le robaba, le había comentado que tenía 10 mil pesos de una operación comercial que en realidad nunca había hecho y ese fue el dinero que los delincuentes fueron a buscar.

El episodio ocurrió la noche del lunes en una vivienda situada en la ruta 9 y calle Alvear, en Benavídez, partido de Tigre. En esa casa vivían Hernández junto a su pareja, Andrea Fabiana Mensa, de 36 años, y el hijo de ella, de 15.

Fuentes policiales dijeron que todo comenzó cuando llegaron a la casa de Benavídez cuatro jóvenes a los que aparentemente el chico les abrió la puerta. Tras ello, los forajidos simularon tomar como rehén al adolescente y ataron con cables a su padrastro y dueño de casa y a su madre.

Bajo amenazas y golpes, la banda exigió los 10 mil pesos que supuestamente Hernández había obtenido de una transacción comercial, pero ese dinero no existía. Es que, según averiguaron los investigadores, era un rumor que Hernández le había hecho llegar a su hijastro porque sospechaba que él le había robado 300 pesos.

Los delincuentes llevaron al hombre hasta una habitación que rociaron con nafta y luego de cargar todos los electrodomésticos en el auto de la víctima iniciaron un incendio. A raíz del fuego, el dueño de casa murió en el acto mientras que su pareja sólo sufrió algunas quemaduras.

Tras la huida de los delincuentes con el supuesto rehén, la madre del chico logró zafar de sus ataduras, escapó de la casa y fue hasta la seccional a denunciar el hecho.

Horas después, el vehículo fue localizado en General Pacheco por una patrulla de la policía de esa localidad y comenzó a ser perseguido. La sorpresa de los policías fue descubrir que la única persona que se hallaba adentro del vehículo era el joven supuestamente cautivo, quien les dijo que acababa de ser abandonado por los asaltantes. Al requisar el auto, encontraron un bidón con combustible y un cuchillo.

Además de ese primer indicio de sospecha, la clave para resolver el caso la dio un testigo, amigo del adolescente que en la casa incendiada le dijo al fiscal que el chico le había pedido que le fabricara una escopeta tumbera para asesinar a su padrastro porque lo odiaba, según confiaron fuentes judiciales.

El mismo testigo aseguró a los investigadores que el propio adolescente contactó a los delincuentes que entraron a la casa para que le robaran dinero a su padrastro, quien le había comentado que iba a cobrar una importante suma.

Según los pesquisas, con el avance de la investigación, ayer se pudo identificar y detener a los cuatro presuntos cómplices que participaron del asalto y el incendio. En el domicilio de uno de ellos fueron secuestrados los electrodomésticos robados en la vivienda incendiada. (Télam)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados