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 jueves, 27 de abril de 2006  
Affaire sexual en el gabinete de Blair
El vicepremier británico John Prescott admitió una relación amorosa con una de sus secretarias

Londres. - El viceprimer ministro británico, John Prescott, admitió ayer públicamente haber mantenido una relación de dos años con una de sus secretarias. "Sí, tuve una relación con ella, y lo lamento. Le puse fin hace algún tiempo", se señala en una declaración del "segundo" de Tony Blair.

El jefe de gobierno, que hace poco fue criticado por las elevadas facturas de peluquería que su esposa presentó al Partido Laborista, no quiso hacer declaraciones sobre este caso. "Es un asunto privado", fue todo lo que trascendió de Downing Street.

Muchos británicos recordaron la espectacular renuncia del ministro del Interior, David Blunkett, en diciembre de 2004. El político laborista ciego dimitió después de que se conocieran detalles de su relación con Kimberley Quinn, la editora casada de la revista conservadora Spectator.

Según la prensa sensacionalista, Prescott, de 67 años, y Tracey Temple, de 43, responsable de su agenda diaria, se acercaron durante una fiesta en la oficina. El político laborista comenzó luego a encontrarse regularmente con ella en su vivienda en el barrio gubernamental de Whitehall. "Lo hablé todo en detalle con mi esposa Pauline", dijo Prescott ahora. "Ella está destruida".


Abrazo íntimo
La relación salió a la luz cuando el viceprimer ministro y su secretaria fueron descubiertos en un abrazo íntimo en un ascensor. Previamente, Prescott había intentado disimular con bromas las sospechas, según averiguó la prensa. Así, en un festejo de Navidad imitó a un amante de Temple y delante de todos los empleados le levantó el vestido para ver sus medias, según dijo.

Los ruegos de Prescott para que él y su esposa no sean molestados después de la confesión pública posiblemente se topen con la insistencia de la prensa británica. El vice de Blair, oriundo del norte de Gales, es considerado desde hace años un hombre "que pierde el control rápidamente".

En 2001, poco después de su nombramiento como vicepremier, golpeó en la cara a un hombre que le había lanzado un huevo. Por su compartamiento, este político, que en 1970 se convirtió en miembro del Parlamento por primera vez, se hizo amigos pero también enemigos.
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