Copa Libertadores 2006. No le da el cuero

Central empató y la clasificación es una quimera

Gustavo Conti / Ovación

Los hinchas premiaron el esfuerzo de Central pero también delimitaron el terreno del futuro inmediato. A la par del aplauso, pidieron por una victoria ante Newell's, lo que, traducido al saldo que dejó el empate en 2 de anoche con Palmeiras, significa que truncaron su optimismo copero y abogaron por un cambio de prioridades (o más bien por fijar una), amén de que el viaje a Paraguay venga después del clásico. Claro el mensaje, es difícil imaginar que alguien del plantel lo decodifique de otra manera. Más allá de que el gol de Ledesma evitó la firma del certificado de defunción, el equipo de Astrada evidenció que no le da el cuero para más.

Y eso que nuevamente la actitud canalla fue tan buena como la de Parque Antárctica. Y eso que el gol llegó demasiado temprano como para calmar los nervios y hasta romper un esquema rival que erróneamente se había dispuesto con cinco en el fondo como para aguantar. Pero no hubo caso. Muy pronto las piernas aflojaron, muy pronto Palmeiras comprendió que su mejor defensa era un buen ataque y las expectativas auriazules se escurrieron entre los pies de Edmundo, sus propias dificultades para lastimar de nuevo y los goles de Washington.

Muy buen arranque de Central. Mucha presión, mucho ahogo y el gol como consecuencia. Rabona de Coudet, pique y centro preciso de Villagra, cabezazo hacia atrás de Ruben anticipándose a Daniel y viaje a la red por encima de Sergio. El Gigante era un hervidero y nada podía estar mejor. Pero bastó que Edmundo apretara el acelerador mental para revertir íntegramente la ecuación, por lo que Palmeiras pasó de dominado a dominador.

Avisó con un remate de afuera del área y en un tiro libre corto se la puso como con un guante a Guerreiro. Dudó Fassi, dudó Castellano y al impensado rebote del arquero le sacó el máximo rédito Washington. Iban 18' y desde allí nada fue como era entonces.

Al paso cansino de Edmundo jugó Palmeiras y lo sufrió horrores Central. Si hasta Raldes ofreció su peor versión y cuando a los 30' de juego intentó una heroica y casi llega el segundo paulista, su desorientación resultaba acaso la mejor muestra del desorden defensivo en el que Central entró casi sin solución de continuidad.

Central entró entonces en grandes lagunas desde el gol de Ruben, de las cuales salió por algunos buenos arrebatos de Coudet o Villagra por derecha o cuando Vitti le agregó profundidad a su sacrificio y por dos veces tuvo el segundo en la media hora del complemento, rematando alto.

Pero las molestias físicas del Chacho y Villagra denunciaron que no había resto, excepto para que el gol de cabeza de Ledesma (tras un buen centro de Encina desde la derecha) en descuento, maquillara de mejor manera lo que parecía triunfo de Palmeiras cuando Washington la pasó por el agujero roto de la red a un minuto del final.

La combinación de números dice que aún se puede, pero la experiencia de estos casos y la realidad de un plantel prendido con alfileres indica que es casi imposible. Como nunca antes desde que llegó, a Astrada le está llegando la hora de optar. Con su expresión final, el Gigante parece que ya lo hizo.

Daniel no puede impedir que Rivarola se la lleve.