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viernes,
24 de
marzo de
2006 |
Las barras pelean a los tiros
Uno de los Chaperitos denunció que fue baleado por Pillín
La feroz interna por el poder en la barrabrava canalla sumó un nuevo capítulo de violencia. El viernes 3 de marzo había sido baleado el líder del grupo radicalizado de los Pillines, Andrés Bracamonte, y ahora le tocó el turno a uno de los cabecillas de la banda de los Chaperitos, César Javier Bustos. Y cada uno acusó al otro, en un clima belicoso que, al menos anoche, por fortuna para los hinchas de verdad que pagan su entrada, no se trasladó a las tribunas.
César, hermano menor de Juan Alberto Tito Bustos, denunció ayer a Bracamonte según consta en la Fiscalía número 5 de los tribunales provinciales de Rosario, a cargo de Esteban Franichevich. El cabecilla de la barra de los Chaperitos aseguró que Pillín, junto a una persona de apellido Ramírez y alrededor de otras seis, bajaron de dos autos (un Fiat Uno color rojo y un Peugeot 505 marrón) en las inmediaciones de 27 de Febrero y avenida Circunvalación, lo amenazaron y le dispararon.
Según consta en el escrito, Bracamonte le habría dicho que lo mataría si concurría anoche al Gigante, tras lo cual lo baleó en la pierna izquierda, además de golpearlo en la espalda y en la cara, dejándolo en el piso.
César Bustos declaró que un automovilista que pasaba lo llevó al Heca y dejó asentado que las rencillas de Pillín Bracamonte provienen desde hace seis años, cuando éste le habría asestado dos puñaladas en la espalda y la otra en la cola, motivo por el cual no habría concurrido a la cancha desde entonces.
El Fiscal pidió la detención de Bracamonte, quien aún se está recuperando de los cuatro balazos que recibió frente a su domicilio a principios de marzo y por los que habría testificado que el autor fue un sicario pagado por los Chaperitos. El martes último pasó por tribunales y ahora parece que lo hará de nuevo, pero ya no en calidad de testigo.
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