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 sábado, 17 de diciembre de 2005  
Más que palabras

María Luisa Musso es consultora internacional sobre estrategias de color, diseño e imagen. Esta arquitecta se recibió en la Facultad de Rosario y luego el destino la llevó a incorporar conocimientos viajando por el mundo. Conocedora del paño local, esta especialista, que también participó de las charlas de Sherwin Williams, se mostró un poco más cauta a la hora de analizar la respuesta de los argentinos a la consagración del marrón y se animó a afirmar que "el color puede transmitir más que una palabra".

"En la Argentina es bastante difícil imponer el marrón y en Brasil es mucho más complicado todavía. Obviamente que el marrón va a entrar pero en este país todavía somos muy adictos al blanco, al negro, a los grises y el rojo va a seguir muy fuerte. Además, para mí este es el país de los azules, al igual que Italia. Como el bordó y el azul para los ingleses o el naranja para los alemanes", comentó Musso.

-¿Coincidís con que el color de 2006 va a ser el marrón?

-Para la Argentina no va a ser tan así. Creo que hay otros colores que van a aparecer muy fuertes como los azules, turquesas y celestes.

-¿Se puede dar por muerto al negro?

-Cuando estuve en una exposición en París, hace ya varios años, al final del recorrido había un cartel con una mujer vestida de negro, como si fuera un cadáver, que decía: "el negro ha muerto". Pero después, para salir había que pasar por una puerta que respondía: "pero no por mucho tiempo".

-¿Existe una predisposición al regreso de la ornamentación?

-Eso depende de la aproximación de cada uno hacia la decoración. Generalmente las personas decoran su casa como se visten. Pero aun dentro de una misma vivienda puede haber ambientes más simples y otros más recargados. Seguramente, a la hora de comprar una espuma para afeitar se tiene en cuenta la funcionalidad, en cambio, para elegir un reloj se juega más con el simbolismo. Eso también ocurre en una casa, hay ambientes con diferentes características.

-¿Nota una buena preparación de los profesionales locales con respecto al tema del color?

-Soy una arquitecta recibida en Rosario y en cuanto al tema, la formación es bastante deficitaria. Por suerte tuve un profesor excepcional como Gastón Breier y a partir de ahí, mis ojos se abrieron al color y encontré el por qué de mi vida profesional.

-¿Cómo se hace para convencer al cliente para que acepte propuestas innovadoras?

-No nos podemos imponer al cliente. Por eso me gusta hablar de estilos de vida. Y tenemos que entender lo que la gente quiere, cómo es su forma de vivir, cómo son los habitantes de la casa y cómo es la interacción entre ellos. Desde allí, seguramente puede salir una propuesta coherente pero que no deje de lado las individualidades.

-¿Por qué hay que animarse a usar colores?

-Porque es increíble lo que los colores provocan. Desde calmar a chicos hiperactivos, hasta lograr que los lugares sean mucho más amenos y cargarlos de energía. El color tiene muchas repercusiones psicológicas y es el mensajero más completo, puede más que una palabra.
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