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 domingo, 06 de noviembre de 2005  
en voz baja
Prohibido hablar por teléfono
El mito se hizo realidad: si bien cuando George W. Bush aterrizó el jueves en Mar del Plata las comunicaciones por telefonía celular no se interrumpieron, cada vez que el presidente de Estados Unidos llegó al Hermitage fue imposible utilizar el servicio. La explicación, según los expertos, se encuentra en los poderosos equipos instalados dentro de una cuatro por cuatro blindada que, además de lucir cuatro inmensas antenas, ostenta un lustroso color negro y vidrios polarizados. Uno de los objetivos de tamaño alarde tecnológico es evitar detonaciones provocadas con elementos electrónicos. Pero las verdaderas vedetes de la cumbre fueron las dos limusinas de Bush (a modo de señuelo, una circula delante de la que realmente transporta al mandatario), también negras, de casi diez metros de largo y con poderosísimo blindaje.


El Golf Club, peronista
El lugar elegido para el almuerzo de las primeras damas, el Golf Club marplatense, fue decorado con iconografía bien peronista, por completo ajena al tradicional espíritu aristocrático de la entidad: una exposición de fotografías de Eva Duarte. La muestra reseñó distintos tramos de la vida de la primera esposa del general, como el día del renunciamiento, y les permitió a las esposas de los presidentes extranjeros conocer algo más de la historia de la "abanderada de los humildes". Si Evita viviera, se hubiera sorprendido.


El conde se flechó
El cronista, audaz como pocos a la hora de perseguir la primicia, tiene un solo pánico conocido: el sol. A la manera de los integrantes de la familia del famoso noble transilvano novelado por Bram Stoker, cada vez que se enfrenta con el astro rey retrocede aterrorizado. Pero la cobertura que realizó de la cumbre de presidentes en Mar del Plata lo puso en una cruel disyuntiva: o seguía fiel a su inveterada fobia o enfrentaba la luz solar en pos de la noticia. Por suerte, el inquebrantable espíritu periodístico que lo pinta de cuerpo entero pudo más que su vocación noctámbula y así, cuentan, su nívea piel ha llegado a adquirir un tono levemente bronceado. ¿Lo reconocerán sus compañeros cuando vuelva?


Cumbre ideal para adelgazar
La atención a los periodistas en la Cumbre fue digna del Primer Mundo, pero lamentablemente los precios de los distintos productos en oferta en el centro de prensa también lo fueron. "¡Comí una ensalada y pagué doce pesos!", se quejaba un cronista con voz lastimera, mientras mostraba los bolsillos vacíos de su pantalón. Otro huyó despavorido tras comprobar que el dispenser de gaseosas le exigía tres pesos a cambio de una burbujeante y reparadora bebida cola. Se nota que los muchachos alimentan bien al cocodrilo.


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la frase del día
"Hubiera sido mejor que Bush viajase a Bagdad y no a Mar del Plata".
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Publicada en el diario estadounidense The Wall Street Journal
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