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 domingo, 23 de octubre de 2005  
Respiración: diálogo consciente

Sabemos que respirar es vivir, pero pocos pensamos en la importancia de respirar bien. Actualmente es muy difícil tener tiempo para sentir las funciones vitales del cuerpo. Una de ellas es la respiración que se amolda a nuestras actitudes y a nuestros quehaceres. No hay que generar cambios drásticos en el organismo, sólo trabajar con la respiración tomando conciencia de que se abre y se expande por sí misma sin esfuerzos. Esta toma de conciencia permite conocer las funciones de la respiración para mejorarla, evitando el deterioro del cuerpo. El músculo respiratorio por excelencia es el diafragma. De este órgano depende que los pulmones se expandan y se ventilen correctamente. Este músculo que creemos que es sólo respiratorio, incide de manera directa en otros sistemas.

Su acción respiratoria es esencial en el cuerpo. Cuando se inspira, el diafragma baja hacia las vísceras digestivas y excretoras, permitiendo la amplitud pulmonar para ventilar. Este trabajo se realiza de forma adecuada siempre que el diafragma no esté laxo ni contraído, porque sino no podrá realizar su función.

Para que actúe correctamente tiene que estar con un grado equitativo de tono y abandono: tono al inspirar y abandono al espirar porque esa es su naturaleza cuando lo dejamos libre. De esa manera se logra una buena ventilación pulmonar y una sangre rica en oxígeno.

El diafragma es un músculo muy sensible a los cambios humorales. Podemos deducir que su vulnerabilidad puede llegar a afectar a todos los órganos pudiendo desequilibrar el riego sanguíneo, la digestión, formar una lordosis lumbar cuando se afecta por una angustia, un problema emocional o algún pensamiento (lo que absorbe involucra también a los demás sistemas).

En la mayoría de la gente este músculo está tan contraído que sólo se mueve lo mínimo para permitirnos sobrevivir, pero no actúa correctamente interaccionando lo de arriba (tronco, cabeza) con lo de abajo (abdomen y piernas). A nivel inconsciente el diafragma es un músculo que protege.

Sabe que cuando sentimos miedo, angustia o inseguridad tiene que frenar esos sentimientos. De esa manera evita que las tensiones lleguen al nivel del abdomen, y nos desequilibremos físicamente somatizando angustias.

En yoga científico al diafragma se lo escucha, se lo conoce y nos familiarizamos con él entablando un diálogo consciente.

Ada Lamboy

Master en yoga científico y educacional
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