Roberto Follari: "Antes se aprendía mejor, pero no más"

El doctor en psicología afirma que "la familia debiera tener un rol preponderante en la iniciación al interés intelectual" de los chicos

"¿Cómo hace para saber tanto?". Este suele ser el comentario más escuchado alrededor de quienes responden en pocos segundos sobre temas muy amplios que abarcan datos precisos de la historia, geografía o literatura. Y, de inmediato, al interrogante le sigue la comparación entre los modos de aprender del pasado y los actuales.

Para el doctor en psicología Roberto Follari, un especialista en epistemología de la Universidad Nacional de Cuyo, no hay dudas: "Antes se aprendía mejor", pero no más. El docente universitario asegura que sin dudas los casos como el de Carlos Rovira son meritorios, pero hace una advertencia: "La función de la escuela no es formar personas para ir a responder a los programas de Sofovich". Y sí, en cambio, le asigna a esta institución una función más compleja ligada a la misión de enseñar a pensar y tomar decisiones.

De todas maneras, Follari reconoce que la familia cumple un rol fundamental a la hora de incentivar el amor a los libros, algo que hoy no cumple, porque -entiende- "sólo se limita a depositar a los chicos en la escuela".

-¿Antes se aprendía más y mejor?

-No siempre se aprendía más; sí se aprendía mejor, pues había menos contenidos que ahora, por lo cual podía profundizarse más sobre cada uno; además de que la vida era más lenta y tranquila, de modo que se contaba con más tiempo para leer y estudiar.

-¿Coincide con quienes afirman que "los jóvenes de ahora en general muestran poco interés por aprender"?

-Si se trata de aprender lo que viene en formato de libros, eso es cierto. Pero cualquier joven actual nos da lecciones de computación y de uso de la amplia tecnología de los celulares...de modo que falla la motivación estudiantil, pero también falla la capacidad de la escuela para promover esa motivación.

-¿Cómo se explica que alguien por un contacto con los libros recuerde cuestiones muy amplias que van desde la literatura, la lengua o la geografía?

-Eso es sin dudas un mérito, aun cuando a menudo el tipo de preguntas de estos programas no implica resolver teoremas ni logaritmos; tampoco hacer interpretaciones alternativas de ciertos hechos. Es decir: conocer datos es siempre útil; pero saber en lo científico y artístico es bastante más que conocer datos. En todo caso, la familiaridad con los libros ayuda, tanto en el almacenamiento y ordenamiento de datos como en las modalidades más complejas de hacer operaciones e interpretaciones.

-¿Así se forma un autodidacta?

-Es muy meritorio el aprender por vía de los libros a partir de la propia disciplina e interés. De cualquier modo, también se puede aprender con la Enciclopedia Encarta desde la computadora e Internet (para los que pueden acceder, por supuesto, que son una minoría).

-¿Es necesario volver a una educación enciclopedista?

-No, muchas de las preguntas de los programas de TV son por completo inútiles en la vida cotidiana, y aun en la vida profesional. No necesitamos conocimientos enciclopédicos, sino saber acerca de lo fundamental de las ciencias básicas, las artes, los valores ciudadanos, y la formación para el oficio o la profesión.

-¿Cuáles son los roles de la escuela y la familia en la formación actual?

- La familia debiera tener un rol preponderante en la iniciación a la lectura y al interés intelectual, pero hoy casi nunca lo tiene. Se limita a "depositar" al alumno en la escuela. La función de la escuela -por su parte- no es formar gente para ir a responder a programas como el de Sofovich; se trata de proponer cabezas bien puestas más que bien llenas, que sepan razonar, pensar, comparar, hacer crítica cuando corresponda. Para eso se requiere conocer algunos datos, pero no es la memoria la función que cumple un rol preponderante; aunque sí se debe lograr hábitos de disciplina y esfuerzo, hoy habitualmente ausentes en los alumnos inmersos dentro de la cultura posmoderna del facilismo.

El educador de la UNC Roberto Follari.