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 domingo, 11 de septiembre de 2005  
Primera B
Córdoba se acordó tarde
Los de Tablada recién se decidieron a atacar en los últimos quince minutos

Gustavo Yarroch / Ovación

Gonzalo González, el capitán de All Boys, se pasó los últimos minutos moviendo los brazos ampulosamente. Implorándole a Pablo Zechillo que lo terminara de una buena vez. En realidad, todo Floresta terminó pidiendo la hora. En quince minutos, Córdoba jugó y arriesgó todo lo que no lo había hecho antes. Lo arrinconó contra su área y estuvo a tiro del empate en tres llegadas clarísimas, pero All Boys resistió como pudo y al final gritó su desahogo con la fuerza de un viento patagónico.

All Boys justificó el 2 a 1 por su producción del primer tiempo. Se sobrepuso a la injusta apertura de Pablo Vázquez, astuto para usufructuar una desinteligencia entre Christian Vega y Carlos Bangert. Y fue el dueño casi absoluto del desarrollo, a partir del criterioso ida y vuelta de Martín Agostena y de la convicción del resto para apuntar la mira hacia el arco rival.

Ante un Córdoba demasiado tímido que le cedió mansamente la iniciativa, All Boys construyó su remontada con paciencia y dedicación. Los frutos de esa búsqueda constante se vieron antes del cierre de la etapa. Sebastián Allende festejó por duplicado ante sendas malas respuestas de Hernán Santa Cruz, quien en el primero salió mal en un tiro libre y en el segundo se durmió ante otro centro.

Decidido a rematarlo, All Boys casi consigue el tercero en el arranque de la etapa final en los pies de Vega y Roberto Carboni. Pero con el correr de los minutos pareció relajarse. Esa siesta de los locales coincidió con el despertar de un Córdoba al que evidentemente le sonó tarde el despertador. Santángelo entendió que necesitaba un gesto de audacia y cuando faltaban 21 minutos lo mandó a Mauro Conocchiari por Guillermo Rotger. Delantero por defensor, y el dibujo pasó de un 4-3-1-2 a un 3-3-1-3.

Zechillo, de muy floja tarea, dejó pasar un penal en contra de Pablo Solchaga. Hasta que en el cierre se desató el vendaval de Córdoba. Los charrúas se mordieron los dientes y empujaron a All Boys contra su campo. Vázquez, Conocchiari y Cristian Vella tuvieron el empate pero fallaron en la definición. Córdoba debió haber comprendido antes las demandas del juego. Por eso se quedó sin nada. Si todos los partidos dejan una enseñanza, el de ayer tiene que haberle servido para recordar la inconveniencia de resignar protagonismo.
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