El sobreviviente

Uni clasificó a pesar de caer ante San Luis

Aníbal Fucaraccio / Ovación

Caminó sobre la cornisa pero finalmente sobrevivió. Puso en juego demasiado y estuvo a punto de quedarse con las manos vacías. Es que cuando terminó el partido, con derrota y sin bonus, muy pocos en Las Delicias imaginaban la clasificación de Universitario. Pero los caprichos del destino (y el resto de los resultados de la jornada) posibilitaron el angustiante pase de ronda. Así, con el corazón en la boca y la cabeza con la calculadora, el equipo de Rivas, Fasce y Cabrera se transformó en el único representante de la ciudad que sigue en el Nacional de Clubes a pesar de la caída ante San Luis por un 24 a 15, que puso el pasaje a cuartos de final bajo la sombra del riesgo total.

El gran protagonista de la tarde fue el viento. Pero curiosamente ninguno de los dos equipos le supo sacar el debido provecho cuando lo tuvieron a favor. Eso demuestra que los conductores de ambos conjuntos atravesaron un encuentro poco feliz, que sus voces no se hicieron oir demasiado y que no tomaron las decisiones correctas.

El primer tiempo fue propiedad exclusiva de los maristas. Con las condiciones climáticas de su lado, plantaron el juego en terreno local y mantuvieron la pelota con un gran control y continuidad. Pero a ese dominio a voluntad (territorial y de la ovalada) no lograba trasladarlo en proporciones parecidas al tanteador. Por eso, el 14 a 0 que consiguió en los cuarenta iniciales (tres penales de Altube y un try de Santi) lucieron escasos en el descanso.

Uni, que sólo se dedicó a contener a su rival en la primera etapa, cambió de traje en el complemento, se fortaleció con la ayuda del viento y rápidamente cambió el tinte del partido.

A los 4', luego de mucho insistir y de jugar penales cerca del ingoal adversario, Juan Pablo Caterina encontró un hueco en la defensa y se zambulló al try. Y a los 11', un extraordinario maul de line permitió que en los movimientos posteriores Luciano Sánchez pueda anotar. Parecía que el local podía revertir con facilidad la historia.

Pero desde ese momento el panorama se nubló, Uni no respetó sus premisas tácticas, no utilizó algunas facetas del juego en las que predominaba y se repitió en errores conceptuales que lo volvieron predecible.

Por eso que San Luis pudo -en momentos clave- neutralizar a Esteban Schiavo en el line out y no dejó que Uni lastime con el maul y el scrum.

En los últimos 10' los platenses se afincaron en campo enemigo y mostrando una inesperada solvencia cerraron el partido con un penal jugado rápido que Cazeneuve lo cambió por try sorprendiendo a propios y amargando a extraños. Así la heroica nunca llegó y Uni se fue al vestuario con gran desazón. La alegría llegó mucho después del susto, de la mano de la calculadora.