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 domingo, 14 de agosto de 2005  
Avance judicial por la desaparición de 375 mil dólares
Caja de Ingenieros: citarán a ex directivos por misterioso faltante
El hecho se descubrió en diciembre, dos días después de que se suicidara el ex presidente de la entidad

La investigación judicial por la misteriosa desaparición de 375 mil dólares de las cajas de seguridad bancarias pertenecientes a la Caja de Previsión Social de los Profesionales de la Ingeniería, descubierta en diciembre pasado y dos días después del suicidio de quien por entonces era su presidente, parece ingresar en su recta final. Es que en los próximas días, el juez Adolfo Prunotto Laborde recibirá el último informe sobre los movimientos contables de la entidad y entonces habrá llegado la hora en que los cinco ex integrantes del directorio deban prestar declaración.

Todo salió a la luz el 6 de diciembre, 48 horas después de que se conociera el suicidio de Alberto Traverso en su departamento del centro de la ciudad. Pasado el duelo, sus compañeros de directorio concurrieron al Banco Municipal con una escribana y un cerrajero para abrir los cofres de seguridad en los cuales, según los registros contables, se hallaban depositados desde 2001 los 375 mil dólares del patrimonio de la entidad. Y así surgió la sorpresa: las cajas estaban totalmente vacías. Por eso se plantó una denuncia penal y los primeros datos que surgieron dieron a entender que el directivo fallecido era quien operaba con los cofres en forma exclusiva desde 2001. No obstante, durante la investigación del episodio se detectó que la existencia de una caja a nombre de una sola persona era antirreglamentaria.

A ocho meses de que se detectara la extraordinaria pérdida en la entidad de Mendoza 1520, el juez Prunotto Laborde está a punto de finalizar con la recolección de pruebas para establecer qué pasó con el dinero. Para concluir, el magistrado quiere que le adjunten la copia de un balance del año 2000 que aún no fue incorporado a la causa penal. Una vez que ese material este anexado al expediente, cinco personas que integraban el directorio cuando se produjo el vaciamiento serán citadas a declarar, aunque no trascendió en qué carácter.

En ese marco, vale recordar que el mes de junio pasado se realizó una pericia contable que precisó, por ejemplo, que los dólares habían sido depositados en una caja de seguridad poco antes del corralito financiero de diciembre de 2001. De acuerdo con la pericia judicial, el dinero no estaba aplicado al funcionamiento corriente de la Caja pero sí se lo consideraba un colchón para responder con los compromisos jubilatorios de los aportantes en caso de alguna descompensación económica.

Más allá de que la plata dejó de estar en los cofres, el monto estaba registrado en los balances contables de la entidad. En esos documentos figuraba como depositado en una de las dos cajas que tenía la institución en el Banco Municipal.

Como si ese faltante fuera poco, poco después también se comprobó que faltaron otros 252 mil dólares que conformaban un fondo nacional de trasplantes que la institución tenía en custodia.


Un solo operador
Uno de los cofres vaciados funcionaba a la orden conjunta, lo que exigía la presencia de al menos dos de sus titulares para que fuera operada. Según los registros, ésta fue accionada por última vez el 30 de octubre de 2001 por Traverso y la contadora Graciela López. Desde entonces, y hasta el 23 de junio de 2004, sólo fue utilizada la caja de seguridad Nº 54 que estaba registrada a la orden indistinta de tres personas, es decir, podía ser utilizada por sólo una de ellas. De acuerdo con los informes, esa persona era Traverso. Y los 375 mil dólares estaban en ese cofre desde mediados de 2001.

Una auditoría realizada por el estudio Felcaro Roldán y Asociados, a la que tuvo acceso este diario, señala que esos movimientos con la caja de seguridad se efectuaron en concepto de "cobro de cuotas". Lo sugestivo es que la existencia de una caja a la orden indistinta va contra el estatuto de la entidad. Es decir que la institución utilizaba un recurso antirreglamentario para preservar sus fondos.

Este punto también fue resaltado por los auditores: entre las recomendaciones, deslizaron que una caja de uso individual "no es adecuada para el manejo de fondos institucionales". Asimismo, desaconsejaron el manejo de dinero en efectivo y el empleo de elementos manuales, como planillas y cuadernos, para registrar el movimiento de fondos.

En tanto, el faltante de dinero fue consignado como "pérdida" en el último balance de la Caja, aprobado el 4 de agosto pasado en una asamblea e incorporado al expediente judicial. "Esto es técnicamente correcto y es la única posibilidad que tenemos. De todos modos, quedó ratificada la voluntad del directorio de colaborar en la investigación del sumario penal", indicó Ernesto Bianchi, actual presidente de la Caja.

Para el presidente de la institución, "todos los indicios conducen a que el ex presidente retiró el dinero. A causa del corralito estaba guardado en efectivo, lo que no es lo más recomendable, y mucho menos que estuviera a la orden de una sola persona. Ahí hay un incumplimiento de la ley", añadió. El titular subrayó que tras el cimbronazo las Caja está normalizada y que el pago de los haberes jubilatorios no se verá afectado en lo inmediato.
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