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 domingo, 14 de agosto de 2005  
El gobierno quiere un ajuste lento del tipo de cambio
Maia: "Nadie preveía que iba a ser tanta la confianza en el peso"
El director de Coordinación Macroeconómica dijo que hay que cortar las expectativas inflacionarias

Marcos Cicchirillo / La Capital

"Siempre que se recupera la economía hay una puja distributiva, que hay que administrar bien, lo importante es que la corrección de precios que genera se produzca lentamente". José Luis Maia, director de Coordinación de Políticas Macroeconómicas del Ministerio de Economía, estuvo la semana pasada en Rosario, invitado por las carreras de posgrado de especialización y maestría en finanzas, y la escuela de economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR. Mientras en Córdoba el ministro Roberto Lavagna prometía a los industriales mantener el dólar alto, Maia recorría las obras de remodelación de la facultad que lo tuvo alguna vez como estudiante y, en diálogo con La Capital, analizaba las perspectivas del tipo de cambio y la inflación.

-¿Cuesta mucho sostener el dólar?

-Es una situación que da para muchas explicaciones. Te diría que el grueso de los analistas coincide que el tipo de cambio real, de equilibrio, puede ser un poco más apreciado que el actual. Entonces la cuestión es ¿cuál es el nivel y la velocidad de ajuste a ese nuevo precio relativo que se llama tipo de cambio real? Y para eso primero hay que ponerse de acuerdo en cuál es el nivel. No porque uno lo pueda establecer por decreto pero sí porque es una variable endógena en la que se puede influenciar, dependiendo de las políticas que se adopten.

-¿Y cuál es el nivel de equilibrio?

-El tipo de cambio real de equilibrio que nosotros estimamos cuando hicimos la reestructuración de la deuda depende de un montón de variables. De qué crecimiento potencial de la economía estás suponiendo, del nivel y la composición del gasto público, del resultado de la cuenta corriente. Es complicado. En el set de variables que presentamos para lo de la deuda el tipo de cambio real convergía a 1,75 peso. Pero no es nominal sino real. con base 2001/100. Sería hoy un dólar de 2,30 pesos. Pero eso no quiere decir que tenés que dejar caer el dólar a ese nivel o tenés que generar la inflación para que el tipo de cambio real sea equivalente a ese 2,30 pesos. Lo fundamental es que eso sea suave. Es la velocidad, la transición a eso. Hay que hacerlo suave porque la economía argentina es muy sensible a las variaciones económicas bruscas.

-¿Están pensando en una apreciación desde el gobierno?

-Es una decisión política, pero en general no. Lo que se trata es de hacer un ajuste lo más suave posible vía precios, pero tenés que tener mucho cuidado cuando decís eso porque dicen que querés inflación. Y no se trata de eso.

-¿Cómo se compatibiliza esto con el pedido de los industriales de depreciar la moneda diez centavos más?

-Por su puesto que hay distintos sectores que pretenden distintas cosas. El Estado por lo general tiene que arbitrar, esa es una de sus funciones. Y lo que se trata desde el punto de vista técnico es de ser lo más racional posible.

-¿Sostener el actual tipo de campo no tiene costos? ¿La preferencia por los pesos no alienta la bicicleta financiera?

-Cuando vos tenías una economía dolarizada no tenías políticas monetarias, porque si no hay pesos y son todos dólares no podés hacer política monetaria. Lo que se trató fue de repesificar la economía, darle un poco de confianza al peso. Pero nadie preveía que iba a ser tanta la confianza que adquiriría el peso. Es producto de las exacerbaciones de los argentinos. Ahora parece que todos quieren tener pesos en lugar de dólares. Bueno, tenés que tratar de equilibrar la cosa.

-Por eso frenaron los bonos en pesos.

-Temporariamente. Porque si todo el mundo piensa que va a pasar eso, pasa eso. Y eso no es necesariamente bueno para la economía. Por eso las nuevas colocaciones son en dólares, al menos en lo que resta de 2005. Podrán volver los bonos en pesos cuando se logre el equilibrio. Es una economía que está todavía en una etapa de transición. Acordate que venimos de la crisis más profunda de la historia. Es terrible. Tuviste una sobrerreacción y cómo hacés para ajustarte inmediatamente.

-¿Estiman una inflación por encima del 10,5%?

-Si se logra estabilizar relativamente la situación se cumple la pauta. Lo que hay que evitar es que se propaguen las expectativas inflacionarias. La inflación tiene mucho de expectativas, porque tiene que ver con el deseo de mantener el dinero. Hay que evitar que la gente entre en pánico y piense que, como habrá inflación, le conviene sacarse la plata de encima. Hoy no existe una situación para que haya inflación. Fundamentalmente cuando había temores de expectativas inflacionarias en los 70 y en los 80, detrás había una falla fundamental que era un tremendo déficit fiscal y cuasifiscal. La Argentina está en una situación totalmente contraria. También es superavitaria la cuenta corriente de la balanza de pagos. No están los elementos para que haya expectativas inflacionarias.

-Una puja distributiva.

-Siempre cuando la economía se está recuperando hay una puja distributiva, que también se tiene que administrar. Se trata de que que la corrección de los precios sea lo más lenta posible.
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El director de Coordinación de Políticas Macroeconómicas, José Luis Maia.

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