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 sábado, 13 de agosto de 2005  
Polémica. Las parejas de Concordia a las que les intercambiaron los hijos acordaron un régimen de visitas que incumplieron
Los padres se quedaron con bebés cambiados porque se encariñaron
Las partes mantienen la guarda, pero no pidieron la restitución ni la adopción. El examen de ADN demoró un año

Migule Pisano / La Capital

María de los Angeles Salas y César Rodríguez, los padres biológicos de Angel Gabriel, y María Griselda Camacho, la madre biológica de Soledad, los bebés cambiados por error hace casi seis años en el Hospital Felipe Heras, de Concordia, acordaron continuar con la guarda de los hijos que ya habían criado durante un año, así como desistir de pedir la restitución porque establecieron una relación afectiva con ellos, según informaron fuentes periodísticas y judiciales de esa ciudad entrerriana.

"María de los Angeles Salas y César Rodríguez, los padres de Angel Gabriel -que ya son mayores de edad-, acordaron con María Griselda Camacho, la mamá de Soledad, no pedir la restitución y solicitar la guarda, así como establecieron un régimen de visitas a los hijos biológicos que en la práctica nunca se cumplió porque viven muy lejos", dijo el periodista Jorge Cabezas, del diario El Sol, de Concordia.

"María Griselda Camacho vive en Los Charrúas, un pueblo situado a unos 30 kilómetros al noroeste de Concordia, y María de los Angeles Salas y César Rodríguez son vecinos del barrio Nebel, al sudeste de Concordia", explicó el periodista.

"Por consenso de los progenitores de los menores, plenamente informados, se resolvió mantener la situación de hecho existente a ese momento, teniendo en cuenta la vinculación afectiva creada entre los guardadores y los respectivos menores, fijándose un amplio régimen de debida comunicación -visita- de éstos con los padres biológicos y demás familiares", informó ayer la jueza María Teresa Esteves de Badaro, del Juzgado de Familia Civil y Penal de Menores Nº 1 de Concordia, en un comunicado publicado en la edición digital del diario El Heraldo de esa ciudad.


"Varón", dijo la enfermera
La insólita historia comenzó cuando una enfermera le dijo a María de los Angeles que había tenido un varón. "Tuvo un parto normal, tuvo un varón pero le trajeron una nena, y María de los Angeles concurrió enseguida a hacer la denuncia en el Juzgado de Instrucción Nº1 de Concordia", reveló Cabezas.

El juez Martín Carbonel ordenó el primer análisis de ADN, que al poco tiempo determinó que Soledad no era hija de María y César, pero los nuevos exámenes que establecieron que Angel Gabriel es hijo biológico de los entonces menores y que la beba es hija de María Griselda Camacho demoraron alrededor de un año, una eternidad propia del tiempo judicial que nadie en Concordia ha explicado todavía.

"Los gabinetes psicológicos de las Universidades de Rosario y Buenos Aires les recomendaron a los padres que pidieran la restitución de sus hijos con el objetivo de evitarles daños psicológicos, pero ellos se negaron con el argumento de que ya se habían encariñado con los chicos", confió el cronista que publicó por primera vez el caso en la edición del diario El Sol de anteayer.

Por su parte, los abogados de las familias que se niegan a restituir los bebés que fueron cambiados al nacer explicaron que esas posturas obedecen a que los padres quieren quedarse con sus hijos "sentimentales".

Guillermo Pasquet, abogado de María y César, la pareja que engendró a Angel Gabriel y recibió a Soledad, ratificó que ambas familias quieren quedarse definitivamente con los hijos "sentimentales". "Quede como quede la cuestión, ellos van a necesitar seguramente mucho apoyo psicológico, con mucha más dedicación para que puedan llevar adelante la situación", argumentó el letrado.


Intuición de madre
En tanto, su colega Alejandro Giorgio, que representa también a los padres biológicos del bebé, recordó que la mujer "por intuición de madre no se quedó conforme" cuando le entregaron la nena, ya que el obstetra que la asistió en el parto le dijo que era un varón.

Por ello, a los pocos días "decidió concurrir al Juzgado de Instrucción en turno", a cargo de Martín Carbonell, donde "se emprende una investigación bastante compleja y exhaustiva y se secuestra la documentación, en la cual se observa una adulteración de dos partidas de nacimiento, con una enmienda en el sexo".

Sin embargo, en las audiencias con las dos parejas, "les preguntaron si deseaban que los hijos biológicos volvieran con sus padres respectivos, pero (en la Justicia) se encontraron con la decisión firme de ambas de proseguir con los hijos sentimentales, no querían hacer el cambio de bebé", prosiguió Giorgio.

"Ahí tomamos intervención y se inicia el procedimiento para la adopción", añadió el abogado, en tanto coincidió con Pasquet en que "con la demanda de daños y perjuicios estamos previendo el daño psicológico" sufrido por las familias de los chicos.

La insólita decisión se conoció luego que la jueza en lo Civil y Comercial de Concordia, Mónica Pelayo de Dri, condenó al gobierno de la provincia a pagar diez mil pesos a las dos familias en cuestión, que habían reclamado una indemnización de cien mil. "La jueza evaluó que los padres no pidieron la restitución pero que la pareja de María y César reclamaron el resarcimiento económico, entonces les dio sólo el diez por ciento de lo que pedían", confió el periodista Jorge Cabezas.

"El resarcimiento económico es por todos los padecimientos que tuvieron y todos los problemas que se vienen -dijo el abogado Pasquet-. El derecho a la identidad es supremo, pero la llevamos a la realidad a esta situación, acá hubo documentación cambiada, si el hospital hubiera hecho las cosas rápidas esto sería distinto".

Con respecto al controvertido desestimiento de la restitución de sus hijos, Cabezas advirtió que "no existe un fallo judicial que la ordene porque es un derecho que sólo pueden pedir los padres".

Y la propia jueza Badaro informó ayer la situación actual: "Se mantiene la delegación de la guarda que los padres biológicos efectuaron en su oportunidad. A la fecha, en este Juzgado no se han promovido acciones de restitución ni de adopción relacionadas con los menores de referencia".
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María Griselda y su hijo "cambiado" Angel Gabriel.

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