Año CXXXVII Nº 48710
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
El Mundo
Opinión
Escenario
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Autos
Salud


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 03/04
Mujer 03/04
Economía 03/04
Señales 03/04
Un camino de fe 03/04
Educación 02/04
Salud 30/03
Autos 30/03

contacto
servicios
Institucional

 miércoles, 06 de abril de 2005  
Un cardenal brasileño dice que el nuevo Papa deberá luchar contra la exclusión social
Un "papable", Claudio Hummes, consideró que la Iglesia tendrá que "dar respuestas a nuevas preguntas"

El arzobispo de San Pablo, cardenal Claudio Hummes, considerado uno de los papables, afirmó ayer que el nuevo Papa deberá continuar con la obra de Juan Pablo II y luchar contra la exclusión social.

El nuevo Pontífice deberá "continuar con la obra de Juan Pablo II en el diálogo ecuménico y con la ciencia, dando respuestas nuevas a preguntas nuevas", afirmó Hummes.

Hummes señaló que el nuevo conductor de la Iglesia tendrá que "impulsar una nueva evangelización para combatir la pérdida de católicos, un fenómeno notable en Brasil, y luchar contra la exclusión social".

"Todos estamos con una expectativa muy grande. Este es un momento muy importante para la Iglesia. La responsabilidad es tan grande que todos nos colocamos en las manos de Dios", destacó el arzobispo que conduce una arquidiócesis de más de siete millones de personas.

Hummes prevé partir hoy hacia Roma para asistir a los funerales de Juan Pablo II, junto con el presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, amigo de Hummes desde hace más de 25 años.

A las exequias del Pontífice también asistirán los ex mandatarios Fernando Henrique Cardoso y José Sarney.

El papable brasileño afirmó que el nuevo Papa "debe continuar teniendo una presencia muy sabia y santa en el mundo" y descartó que el sucesor puede ser una "copia" de Juan Pablo II.

"Todos los papas son diferentes. Cada uno cumple una misión dentro de un momento histórico, la humanidad camina y el mundo ya exige una diferenciación. Cada uno es un nuevo Papa y un nuevo tiempo también para la Iglesia", sostuvo.

Anteanoche, en un gesto que pareció dirigido a sectores progresistas de la Iglesia, Hummes visitó al cardenal Paulo Evaristo Arns, su antecesor en el arzobispado de San Pablo, ahora retirado.

Arns, de 83 años, no votará por su edad en el Cónclave de cardenales que elegirá al nuevo Papa, pero es recordado por su prédica en favor de los derechos humanos y la justicia social durante la dictadura brasileña (1964-1985).

"No hubo consejos. Hablamos de lo que va a suceder, del Cónclave, claro. Del espíritu de la reunión, de la metodología. Me dijo que debemos rezar mucho", dijo Hummes.


El jerarca más poderoso
El cardenal Joseph Ratzinger es el jerarca más poderoso del Vaticano desde la muerte del Papa y, además, se lo nombra una y otra vez como un posible sucesor. Pero, como decano del Colegio Cardenalicio, deberá centrarse en una tarea: tiene que dirigir el Cónclave en el que se elegirá al sucesor de Juan Pablo II.

Desde su llamada al Vaticano, fue considerado uno de los principales favoritos para suceder a Juan Pablo II y ahora se le atribuye la función de "gran elector", es decir, que los candidatos propuestos por él tienen verdaderas posibilidades de salir elegidos.

Y una vez sea elegido el próximo Papa, Ratzinger, como decano, será el encargado de mirar al candidato a los ojos y preguntarle en latín: "¿Aceptas tu elección canónica como Papa?".

En cuestiones de fe, es tan conservador como el fallecido Papa, de quien fue el principal asesor teológico. Como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se reunía con él semanalmente. Entre ellos hablaban alemán. "Nos dábamos la mano, después nos sentábamos a la mesa y luego seguía un intercambio personal que no tenía que ver con religión", contaba el eclesiástico bávaro acerca de su trato con el Pontífice.

"Desde Martín Lutero, ningún alemán ha influido tanto en la Iglesia Católica como Joseph Ratzinger", opinó hace años un vaticanólogo. La comparación puede resultar sorprendente, ya que el ex arzobispo de Munich y Freising es de todo menos un rebelde.

Bajo la dirección de Ratzinger, quien desde su nombramiento en 1981 imprimió un decisivo carácter tradicionalista al Pontificado, la Congregación para la Doctrina de la Fe siguió un curso marcadamente conservador. Por ello, el catedrático de teología dogmática recibió una y otra vez críticas de dentro y fuera de la Iglesia.

Los vaticanólogos afirman que cada decisión del Papa pasaba la mesa de Ratzinger, ya se tratara de la condena a la teología de la liberación en América latina o el rotundo "no" a la ordenación sacerdotal de las mujeres. Bajo el mandato del alemán se redactó también el nuevo Catecismo, en vigor desde 1992.


Las posibilidades de Bergoglio
El arzobispo de Varsovia y primado de Polonia, cardenal Jozef Glemp, aseguró que su par de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio, reúne "todas las condiciones" para ser el sucesor de Juan Pablo II.

Sin embargo, recomendó que "dejemos que el Espíritu Santo obre sobre nosotros y El nos dirá si la Argentina y el mundo tendrán la felicidad que tuvieron Polonia y el mundo durante los años del Pontificado de Juan Pablo II".

"Mi hermano el cardenal Jorge Bergoglio reúne todas las condiciones para ser el nuevo conductor de la Iglesia, como otros que estarán en ese momento a disposición de Dios", subrayó el cardenal Glemp, quien ayer regresó a Polonia.(Télam, DPA y DyN)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Hummes conduce una diócesis de siete millones de fieles.

Notas Relacionadas
Aún no hay fecha para el Cónclave

Espera



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados