Con estirpe y alma

Alejandro Cachari / La Capital

Esta es una historia casi con libreto de novela. Empezó mal, se fue acomodando con el correr de los capítulos, sufrió altibajos que generaron algunas dudas sobre su futuro y tuvo final feliz. Newell's fue campeón porque indudablemente fue el mejor equipo del torneo, incluidas las idas y venidas de su rendimiento, vaivenes que pusieron en duda sus chances en aquella mini seguidilla amarreta en resultados como local que llevaron a Gallego a decir que habían perdido medio campeonato tras empatar con Olimpo.

Pero eso ya es historia. Casi una anécdota para un equipo que dio la vuelta olímpica después de doce años con argumentos futbolísticos lo suficientemente convincentes y sólidos como para festejar el quinto título de su historia.

Es probable que si el mal de irregularidad que asoló al campeonato no lo hubiera afectado, Newell's hubiera definido el Apertura con muchísimo mayor margen y bastante antes de la última fecha.


t El arquero
Si se hiciera una encuesta, la respuesta sería abrumadoramente coincidente. Justo Villar fue la figura de Newell's en el campeonato. A partir de un arquero fuera de clase, como dirían los italianos, el equipo de Gallego sustentó una base sólida que quizás haya sido el principal atributo. Algo que no le había pasado al Tolo en títulos anteriores. Por citar el más cercano, el Independiente de 2002 no ofrecía demasiadas garantías en el fondo.

La tan promocionada llegada de Villar, envuelta también en una polémica que se apagó rápidamente con Luciano Palos se parecía más a un capricho del entrenador por cambiar al número uno que otra cosa. Pero los partidos le dieron la razón y por amplio margen. Fue la figura, el mejor arquero del campeonato y un futbolista extrañamente sólido con un escasísimo porcentaje de errores.


t La defensa
Fue el sector del equipo sobre el que más trabajó Gallego hasta que encontró el cuarteto ideal. El técnico tenía muy claro que Maidana y Domínguez serían los centrales, pero no pasó lo mismo con los laterales, futbolistas fundamentales para la estructura de los equipos del Tolo por la característica de juego. Hasta que Vella y Ré se quedaron con un lugar entre los once. La llegada de Maidana puso la cuota de experiencia que el equipo no tenía en ese sector y después el equipo se encontró con un Domínguez que le hizo honor a la cinta de capitán. Sebastián jugó todo el torneo con el aplomo propio de quien está convencido de cuál es el camino que debe recorrer para llegar al éxito.

Newell's encontró además, o en todo caso Gallego, la mejor versión de Vella y el rendimiento de siempre del Colorado Ré, un marcador central apto para cualquier función defensiva que le toque desempeñar.


t El mediocampo
En este sector hubo dos apariciones rutilantes: Belluschi y Marino. Cada uno de los carrileros cumplió con una tarea pareja y brillante a lo largo de todo el torneo además de aportar goles decisivos para el equipo desde que el campeonato eligió a unos pocos para la pelea por el título. Quizás Marino merezca un aparte por su crecimiento y porque está en la consideración de los grandes de Argentina y también de equipos extranjeros. Aquel futbolista que fue maltratado por la hinchada y defendido permanentemente en su momento por el Bambino Veira, explotó en este Apertura 2004 para convertirse en una de las figuras del equipo.

Rosada le ganó la pulseada al segundo capitán Zapata, pero el ex Estudiantes aportó lo suyo cada vez que entró. Al Mago Capria le costó entrar en ritmo, pero después se transformó en una pieza importante por su ascendiente y su fantástica pegada para oficiar de lanzador. Cuando mejor estaba se lesionó.


t Y un día Ortega volvió a jugar
El Burro demostró, por si hacía falta, en las últimas fechas, en las que Capria no pudo estar por un problema muscular, que podía cargarse el equipo al hombro y hacer las veces de enganche sin que se notara falta de oficio en el rubro.

El aporte de Ariel fue más emblemático que efectivo. Es que, lógicamente, su rendimiento todavía no alcanzó los niveles del mejor Ortega. La inactividad todavía se resiste a abandonarlo, pero de todas maneras en la recta final del campeonato empezó a demostrar que Pekerman deberá mirarlo con un poco más de atención en los tiempos que vendrán.

Es un jugador diferente que benefició a Newell's porque su sola presencia predispone al rival a tomar ciertas precauciones. Ese solo dato ya reporta un beneficio que debe tenerse en cuenta.

En la recta final, cuando no todos están capacitados para soportar las presiones que genera una definición, el Burrito la pidió constantemente y hasta fue la gran descarga para sus compañeros que lo buscaron para que maneje los tiempos de partidos calientes y definitorios.

Hubiera resultado interesante verlo a Manso desempeñarse como el líder futbolístico de un equipo con paso de campeón, pero una lesión en la cancha de Colón lo frustró.


t Los delanteros
¿El déficit? Es difícil encontrar defectos gruesos en un campeón, pero se debe tener en cuenta que, excluyendo a Ortega, Scocco y Borghello cosecharon horas de vuelo en un equipo que fue candidato a la pelea grande desde la primera fecha.

Es que no es un dato menor que a los nervios y la ansiedad de los primeros partidos se les deba agregar todo el inmenso peso que genera la lucha por un título. Y esa consideración también corre para la mayoría de los futbolistas de este equipo que dieron por primera vez en su carrera una vuelta olímpica en la máxima categoría del fútbol argentino. Sobre todo en un equipo, o una institución, que hacía 12 años que no se coronaba.

La realidad dice, falencias incluidas, que los chicos se hicieron jugadores en un equipo campeón.