Del primero de Canción Montes al del Tolo Gallego

Dicen que el primero es el más recordado. Porque es el que inserta a una institución en la historia grande del fútbol.

En aquel equipo que dirigía Juan Carlos Montes ya hacía sus primeros palotes, en las inferiores, pero con proyección, Américo Rubén Gallego: el actual técnico campeón.

En aquel 1974 en el que los leprosos se dieron el lujo de ser campeones en la cancha de Central, había un equipo de muy buen trato de pelota que al final terminó festejando la primera estrella.

Pasaron 14 años para que otro equipo rojinegro diera la vuelta olímpica. Fue aquel plantel exquisito dirigido por el Piojo José Yudica. Para muchos fue el mejor Newell's de todos los tiempos, pero esa es una aseveración que pierde jerarquía con el paso del tiempo. Es que la constante evolución del fútbol no deja mucho margen para asegurar ese tipo de cosas. Es imposible hacer coincidir épocas, jugadores, estilo de juego y jerarquía de los rivales.

En el comienzo de los 90 llegó la era Bielsa, hasta aquí la más fructífera de la historia del club del parque Independencia. Dos campeonatos: uno en la Bombonera por penales en el 91 y otro en el 92, festejado en la cancha dos días después de ganarlo porque Deportivo Español, el rival, había jugado 48 horas antes y no había podido ganar.

Doce años después, Newell's logró estampar en su escudo la tan esperada quinta estrella.

De Canción Montes al Tolo Gallego. Todo, absolutamente todo, auténticamente rojinegro. Parece un designio que debería acuñarse para el futuro: los entrenadores campeones salieron del riñón del club, una característica que también debe extenderse a los jugadores.

Otro dato que excede a los cuatro técnicos que dieron la vuelta olímpica con Newell's es la calidad del escenario donde llegó el festejo: de las cinco estrellas, una fue conseguida en la casa del rival de toda la vida, otra en la Bombonera de Boca y la de ayer en la mítica Doble Visera, escenario de las más grandes hazañas internacionales del gran Independiente de antaño y la primera cancha de cemento de Argentina.

Sólo datos que alimentan una gloriosa jornada rojinegra esperada por más de una década.

Yudica llevó a Newell's al título en la temporada 87/88.