Ingresos. Desde el año pasado los incrementos definidos por el gobierno alcanzan los $350 sobre sueldos promedio de $600

El Estado fija por decreto la mitad del salario que paga el sector privado

Un informe privado asegura que esta política oficial se ve limitada por el modelo de tipo de cambio alto

"El Estado fija la mitad del salario que pagan las empresas", asevera un informe elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) aunque aclara que pese al esfuerzo oficial, los beneficios se licuaron por las restricciones que impone el modelo de tipo de cambio real muy alto.

El relevamiento semanal que realiza el instituto comandado por el economista Osvaldo Giordano recuerda que con el anuncio de un nuevo aumento por decreto de 100 pesos que lanzó el gobierno esta semana, por esta vía ya se acumulan, desde año pasado, incrementos por 350 pesos. "Esto representa algo más de la mitad del salario promedio del sector privado de la economía", señala.

Sin embargo, "los resultados fueron muy modestos ya que los esfuerzos del gobierno chocan con las restricciones que impone el modelo de tipo de cambio real muy alto", explica.

Mientras que la actividad económica se aproxima al pico histórico del año 1998, el empleo ya supera en un 15 por ciento el valor registrado en esa época.

Para los analistas del Idesa, "la devaluación motorizó este crecimiento gracias a que impuso una estructura de precios relativos muy favorable a la generación de empleos", esto es, el tipo de cambio real muy alto mejoró la rentabilidad de las empresas fundamentalmente a través de la disminución de los salarios.

Según datos del Indec, entre septiembre de 2001 y el mismo mes de 2004, los precios siguieron patrones muy diferentes:

u Los precios de los bienes y servicios exportables y sustitutivos de importaciones experimentaron fuertes incrementos. Por ejemplo, los valores de los productos primarios aumentaron un 190% y los precios de los bienes importados un 180%.

u Los precios de los bienes y servicios que no se comercializan con el exterior tuvieron un comportamiento mucho menos dinámico. El crecimiento del 52% del Indice de Precios al Consumidor (IPC) resume esta situación.

u Los salarios, que desde el punto de vista económico representa el precio de la mano de obra, es decir un servicio no comercializable con el exterior, aumentaron sólo un 30%. En detalle, los asalariados registrados experimentaron un aumento del 50%, los asalariados no registrados apenas 13% y los empleados públicos 10%.


Distribución "regresiva"
Esta nueva estructura de precios relativos que beneficia los precios de las exportaciones y las sustituciones de importaciones a costa de una depreciación del salario es la que explica también una distribución del ingreso mucho más regresiva.

Mientras que en 1999 el ingreso del 10% de la población mas rica era 22 veces más alto que el del 10% más pobre, en la actualidad esa relación es de 27 veces.

"Esto demuestra que el empeño del gobierno por aliviar la situaciones social, choca contra los límites que impone la estrategia basada en una nueva estructura de precios relativos donde ganan los que tiene su ingreso ligado al tipo de cambio muy alto", expresa el informa de Idesa.

Los aumentos por decreto en el sector privado ya acumulan 350 pesos en una economía donde el salario promedio del sector privado es de 600 pesos.

"Esto implica que aproximadamente la mitad de las remuneraciones no se establece por negociación colectiva o individual, sino a través de un instrumento de dudosa legalidad y poco consistente con el funcionamiento de una economía de mercado y con el modelo de tipo de cambio muy alto que impulsa el gobierno", dice Idesa.

En el caso del sector público, el gobierno propició aumentos mucho más bajos que los que impuso vía decreto en el sector privado. Se trata de 250 pesos y solo para los que ganan remuneraciones mas bajas.

"Aun así, la dinámica es inconsistente ya que los modestos aumentos son tolerables para las finanzas públicas del Estado nacional, pero no para la mayoría de los gobiernos locales donde sus gastos tienen un componente salarial mas alto y sus ingresos no se benefician con las retenciones sobre las exportaciones", apunta el informe.

En el sector privado prevalece una gran heterogeneidad. Para algunos sectores, que en general son los que contribuyen con una menor cantidad de empleos, los aumentos del gobierno no afectan el gran aumento de rentabilidad que les generó la devaluación.

En otros, que son los que generan la mayor parte de los empleos, los márgenes para aumentar salarios son pequeños. Por esto, frente a los aumentos que impone el gobierno la respuesta generalizada fue "apelar a las contrataciones en negro".

Para los economistas de Idesa, las posibilidades de recomponer ingresos, especialmente cuando se propicia un tipo de cambio muy alto, depende de acciones mucho más complejas que el simple trámite de sancionar un decreto.

En el caso de los salarios del sector público "sólo será posible en base a una gestión más eficiente de la recaudación y la administración del gasto", mientras que en el sector privado, "depende de un programa de reformas estructurales que estimule ganancias productividad y reducción de sobrecostos".

De este modo, "sólo así es posible generar excedentes para sostener aumentos de salarios y, de esa manera, revertir la situación social", concluyen.

Tomada, Fernández y Lavagna, al anunciar el incremento de 100 pesos.