Está en venta una casa ubicada en un predio histórico de Rosario

En la mira. Una vez más, un inmueble enclavado en un predio histórico corre riesgos de ser convertido en un edificio de propiedad horizontal. La casa de pasaje Santa Cruz 361, ubicada en un terreno que perteneció al presidente boliviano Andrés de Santa Cruz Villavicencio y Calahumana, está a la venta. En esta vieja casona funcionó hace dos décadas una confitería, pero ahora está abandonada y sólo sirve de refugio a una nutrida colonia de gatos. "Desgraciadamente no tenemos una ley que impida la demolición de este tipo de propiedades que forman parte del patrimonio de la ciudad", resaltó Viviana Mesanich, integrante de la Comisión del Programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio. En tanto, la titular de esta repartición municipal, Silvia Dócola llamó a "respetar las cuestiones paisajísticas y ambientales".

El pasaje Santa Cruz es uno de los pocos lugares de la ciudad que aún conserva parte de la fisonomía original de la ciudad. Sobreviven las veredas angostas, los añosos jacarandáes y los adoquines del siglo XIX en su estado casi natural.

En esa cuadra de barrio Martin, que une Alem con Ayacucho y está ubicada en forma paralela a San Juan y Mendoza, todavía existe parte de una casa cuyos orígenes se remontarían al siglo XIX. Claro que hoy por hoy es inhabitable: desde hace más de una década, el predio está abandonado y en venta, pero la operación inmobiliaria parece dificultosa.

El terreno tiene poco más de 17 metros de frente por 34 de fondo y su precio de venta es de 260 mil dólares. Desde la inmobiliaria Argüelles, que intenta concretar esa operación, afirmaron que "de la casa sólo quedan las paredes".

Según registros históricos, esta vivienda hoy casi derruida está enclavada en lo que oportunamente fueran las tierras del mariscal Santa Cruz.

En 1781, lo que hoy es el pasaje Santa Cruz y la plaza de Mendoza y Ayacucho formaron parte de la Quinta de Robles. Luego ese predio fue transferido a diversos propietarios hasta que en 1857 quedó en manos del mariscal boliviano. Ese año, el gobernador de Santa Fe Juan Pablo López donó a Santa Cruz un terreno de 200 varas frente al Paraná, donde un año después se levantó una enorme mansión. También se construyó un muelle y se desmontó la barranca sobre lo que hoy es calle Ayacucho. Recién en 1870 se proyectó la apertura de este pintoresco pasaje.

Si bien no abundan los registros históricos, hay quienes sostienen que el general Justo José de Urquiza habría transcurrido muchas jornadas en la casa quinta de Santa Cruz. Hay que tener en cuenta que el mariscal recibió la propiedad mientras el entrerriano presidía la Confederación Argentina y que había tenido graves enfrentamientos con Juan Manuel de Rosas, caudillo de Buenos Aires derrotado por Urquiza. Se presume que en esas escaramuzas con Rosas, el boliviano y el líder de Entre Ríos estrecharon sus lazos. Además, se sabe que Urquiza visitaba periódicamente lo que hoy es Rosario, por entonces Pago de los Arroyos, ya que poseía un saladero en la zona del ex barrio Refinería y proyectaba trazar el ferrocarril Rosario-Córdoba.

La propiedad de Santa Cruz quedó abandonada en 1890 y posteriormente fue demolida. Parte de ella se convirtió en plaza y aún persiste una vivienda que se construyó en tierras del mariscal. La casa de pasaje Santa Cruz 361 conserva la escalera, muros de contención y paredes. Yuyos altos y un nutrido ejército de gatos comunitarios coparon el lugar.

"Destruir esta propiedad es atentar contra la ciudad", consideró Mesanich, y agregó que "lamentablemente es poco lo que se puede hacer para tratar de frenar este tipo de acciones". Por su parte, De Gregorio destacó que "quizás la construcción que hoy queda en pie no fue levantada por el mariscal Santa Cruz", aunque indicó que el predio posee valor histórico y sólo podría ser protegido a través de la ley de intereses difusos.

La antigua propiedad está en el pasaje Santa Cruz.