El despegue de la ganadería, desde el lado del forraje

Los días 16 y 17 de septiembre de 2004 se llevará a cabo un evento de capacitación clave para las necesidades de la ganadería argentina: el Primer Congreso Nacional de Conservación de Forrajes tendrá lugar en el predio de exposiciones de la ciudad de Trenque Lauquen, ubicado sobre la ruta nacional 5 y acceso a la ciudad.

El coordinador general del congreso, Carlos Kitroser, destacó que se hará "una radiografía de lo que fuimos, lo que somos, y lo que debemos ser para acercarnos a países desarrollados en lo que es productividad ganadera".


Revolución forrajera
Habrá una introducción sobre la situación actual, y "vamos a hablar sobre los sistemas viables de conservación de forrajes en nuestro país, comparado con otros sistemas del mundo". Otro aspecto destacado es el del mundo de los silajes verdes, el heno y el henolaje, y del mundo de los granos, que, gracias a la tecnología de embolsado, "han pasado a ser una herramienta fundamental".

-¿Qué importancia le darán a la calidad del forraje?

-Le dedicaremos un capítulo de mucha intensidad. En otros países hay una calidad estándar, y sabemos que los nutrientes, los rangos, y la cotización es genuina. En nuestro país, donde la calidad no está estandarizada, cuando uno necesita heno sale a comprar la calidad que encuentra, al precio más barato que pueda encontrar. Pero al incorporarlo a la dieta, en realidad el costo beneficio es negativo. Vamos a hablar de la cotización el forraje de acuerdo a su calidad y capacidad nutricional, y no por materia seca general.

-¿Qué participación tendrán los contratistas en el Congreso?

-También haremos un capítulo muy detallado de costeos, tanto desde el punto de vista del productor agropecuario, como del contratista. A este último lo consideramos como una aliado, por lo que hemos invitado a la Cámara Argentina de Contratistas de Forrajes para establecer un debate abierto con el público, respecto, no sólo de los costeos, sino también de los requerimientos del contratista para que el forraje sea de la calidad deseada. Aquí se debe establecer un equilibrio con la necesidad del productor.

-¿Cuál es el panorama hoy en el país?

-En el pastoreo directo estamos muy lejos de los patrones óptimos que se encuentran en Nueva Zelanda, mientras que en la conservación de forrajes tenemos un mercado muy chico todavía, a pesar de que hay cincuenta contratistas congregados en una cámara con alta capacidad de producción. Creo que la calidad es algo que aún no está atendida, y en cuanto a forrajes conservados, quizás por problemas de financiamiento, o por desconocimiento del impacto que puede tener el forraje de buena calidad en un planteo de ganadería de carne o de leche, el productor todavía no le da la importancia que tiene.