Año CXXXVII Nº 48423
La Ciudad
Política
Economía
Opinión
Información Gral
Escenario
La Región
Policiales
El Mundo
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Campo
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 16/06
Autos 16/06
Ovación 13/06
Turismo 13/06
Escenario 13/06
Señales 13/06


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 19 de junio de 2004

Apoyo popular. Trabaja en una isla desde hace 24 años y ahora lo califican de "intruso"
Gaboto resistió el desalojo de un puestero a punto de prenderse fuego
Un juez rafaelino ordenó la medida porque el campo fue arrendado, pero Rosúa impidió que se concretara

Silvia Carafa / La Capital

Puerto Gaboto. - "Si entran me prendo fuego y muero con mi familia, porque no soporto más la injusticia que quieren hacer conmigo", le dijo ayer Remigio Román a la jueza de Paz que intentaba desalojarlo de su rancho, rodeada de cincuenta policías y de la resistencia de toda la población. Encadenado, y mirando por la ventana cómo la gente a la que no dejaban cruzar, lo apoyaba desde la otra orilla, el hombre pensó que ya no había retorno cuando un llamado de Roberto Rosúa abortó la violencia que amenazaba desatarse a orillas del Coronda.

El peso del relato quiebra en lágrimas al puestero fuerte y curtido, que gracias a la movilización de Puerto Gaboto logró aplazar hasta el martes la orden de desalojo. Un respiro, pero nada más. Con un feriado de por medio los tiempos son más cortos y la angustia no da tregua, presagia Remigio en la costa de la isla Los Arroyos, el lugar que lo vio nacer hace 53 años, y en la que su padre llegó a jubilarse de puestero a las órdenes de la misma familia que hoy lo acusa de intruso.

Cae la tarde sobre el agua quieta, cruzan garzas y gaviotas, y cuesta creer que dos horas antes, el lugar había sido testigo de un drama que sólo se aplazó unos días. Los vecinos, conmocionados, relatan que los querellantes llegaron a decir que era mejor si se prendía fuego, "así tenían un problema menos". Ayer, a punto de concretarse la medida judicial dispuesta por un juez de Rafaela, la gente reaccionó para defender a Remigio y cruzó a la isla para interponese entre la fuerza policial y la vivienda.

Remigio se desempeña como puestero de la isla desde hace 24 años. En los primeros tiempos, el dueño del lugar, Luis María Barreiro, de Rafaela le pagaba como mensual. Una creciente puso fin a la relación laboral, pero le dieron luz verde para que siga cuidando la isla. Unos meses atrás, llegó la primera señal de alarma, un telegrama en el que lo declaraban intruso. "En abril vino Orlando Veracruz a pedirme la isla porque la habían alquilado, pero me negué y les dije que si el dueño me quería echar, que me demandara", comentó.


Encadenado a su tierra
"Un intruso no vive durante 24 años en un lugar", relató Román que respondió, dolido, a la acusación con la que quieren desalojarlo. El miércoles pasado llegó la orden de desalojo junto a medio centenar de policías. Durante tres días, Román resistió la orden encadenado y con una antorcha y un bidón de combustible a su lado. Ayer, la jueza de Paz estuvo a punto de cumplir la medida en medio del rechazo de la gente. "Cuando la situación se volvió muy tensa la jueza se descompuso y terminó internada", relataron los vecinos. En las negociaciones para interrumpir la medida, también intervino el senador por el departamento San Jerónimo, Danilo Capitani.

"En los últimos tres días, el abogado que representa a los dueños de la isla actuó como un cuervo que revolotea a la presa, con prepotencia y amenazas, mandando la policía en contra nuestra y presionando a la jueza de Paz". comentó un vecino que se llegó hasta la isla. En opinión de los vecinos, quieren desalojar al puestero porque "están atrás del negocio, junto al cantante santafesino Orlando Veracruz y otra persona de apellido Giardini". Y fueron por más al interrogarse sobre el destino del lugar.

"Tal vez quieren prenderle fuego a la isla para poder sembrar soja como están haciendo, o meter miles de cabeza de ganado y cagarse en una familia sometida a la pobreza", argumentaron indignados los vecinos que no dudaron en apoyar al puestero. "Hace una hora que se fue la policía que estuvo en carpa en la isla, durante tres días", explicó el Secretario de Gobierno de la Municipalidad, Juan Galeto. A su turno, la "Nona" Coria aclaró que de no haber sido por Román, la isla hubiera sido devastada, y fustigó la forma en que se plantearon los hechos, "nos quisieron llevar por delante porque somos humildes", comentó.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Remigio Román no quiere dejar la isla.

Notas Relacionadas
La dura vida de una familia en la isla


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados