Año CXXXVII Nº 48372
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Escenario
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 25/04
Mujer 25/04
Economía 25/04
Señales 25/04
Educación 24/04
Campo 24/04


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 28 de abril de 2004

Sudáfrica celebró diez años de democracia con la asunción de Mbeki
Reyes y jefes de Estado asistieron a la colorida ceremonia, bajo estrictas medidas de seguridad

Pretoria. - Una orgullosa, colorida y optimista Sudáfrica celebró ayer su joven democracia. Diez años después de las primeras elecciones democráticas, con las que se puso fin oficialmente a las décadas de "apartheid", la ceremonia de asunción del reelegido presidente Thabo Mbeki inauguró una celebración oficial en Pretoria. El aire estaba impregnado de un ambiente festivo cuando tras un desfile militar e impresionantes acrobacias aéreas la alegría africana inundó el escenario. Hace diez años, el 27 de abril de 1994, millones de sudafricanos votaban en las primeras elecciones democráticas y multirraciales de su historia, llevando al poder a Nelson Mandela, el primer presidente negro del país.

Entre los 45.000 espectadores que desde primeras horas de la mañana habían inundado la instalación erigida en torno al edificio Union Building (sede gubernamental), entre estrictas medidas de seguridad, se encontraban reyes y los representantes de unos cien Estados, como los presidentes de Zimbabwe y Nigeria, Robert Mugabe y Olusegun Obasanjo. También estuvo presente el mandatario chileno, Ricardo Lagos.


Mandela ovacionado
El predecesor de Mbeki, Nelson Mandela, premio Nobel de la paz y primer presidente negro en la era post "apartheid" de Sudáfrica, fue recibido con una larga ovación. Su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), logró en las elecciones del 14 de abril, las terceras libres del país, casi el 70% de los votos. Mandela apareció vestido de traje, algo inusual en el líder de la lucha contra el "apartheid", que prefiere las camisas multicolores.

Mbeki honró el cambio social pacífico que logró este país, con ayuda internacional, logrando evitar una guerra civil. "Nos sentimos muy animados por el hecho de que nuestras elecciones de hace 14 días confirmaran, independientemente del color de piel, raza u origen étnico, la resolución de nuestra población de reconstruir conjuntamente una Sudáfrica que se define por un sueño común", dijo. "Empezamos nuestra segunda década de democracia. Estamos convencidos de que lo que hemos conseguido durante la primera demuestra que, como africanos, podemos y lograremos solucionar nuestros problemas", agregó Mbeki al jurar como presidente para un mandato de cinco años.

A pesar de los pronósticos, que auguraban lo contrario, este país de 45 millones de habitantes ha dado muestra de una democracia estable y de la transformación en gran medida de sus instituciones y de la vida de millones de ciudadanos negros, insistió el presidente, de 61 años. En el centro de su discurso figuró el compromiso de combatir la masiva pobreza en la próxima década, así como la conservación de un modelo de integración para todas las minorías del país.

"La pobreza endémica y extendida continúa desfigurando la cara de nuestro país. Será imposible para nosotros decir que hemos restaurado totalmente la dignidad de nuestra gente mientras esta situación persista. Ninguno de los grandes problemas sociales que debemos resolver puede ser solventado fuera de un contexto de creación de trabajo y la erradicación del «apartheid»", continuó y señaló: "Estamos decididos a garantizar que nadie pueda decir que se le negó a él o a ella un lugar bajo el sol". Su demanda de un refuerzo del papel social de la mujer fue considerado como una señal de que en su nuevo gobierno, que anunciará hoy, el número de mujeres en ministerios crecerá.

La ceremonia en Pretoria comenzó con plegarias de diversas religiones, incluyendo una lectura en árabe del Corán y una recitación de un curandero tradicional. El espacio aéreo sobre la ciudad estuvo tan cerrado como grandes partes de la urbe. Aparte de desfiles, bailes, oraciones y cortas representaciones teatrales hubo una serie de conciertos. Todos los que en el mundo cultural de Sudáfrica tienen fama y renombre se habían comprometido a participar en las celebraciones, que en el resto del país estuvieron acompañadas de otras más pequeñas. Además, las embajadas sudafricanas en todo el mundo organizaron sendas ceremonias. (DPA)

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Una Sudáfrica multirracial y en paz festeja la reelección presidencial de Mbeki.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados