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 domingo, 25 de abril de 2004

El planeta Maradona
Diego lucha, la gente reza, los medios se pudren en sus miserias

Alejandro Cachari / La Capital

"Che, pero estos h... de p... ya lo están velando". En el corazón de barrio Norte la escenografía cambió drásticamente. La coqueta Clínica y Maternidad Suizo Argentina se parece mucho más a una tribuna que a un lugar destinado a las curaciones y a los nacimientos. El caos se hace presente a cada instante en la selecta esquina de Pueyrredón y Santa Fe. El país iconoclasta está instalado allí. Pero también existe cierta frescura mental, en medio del dolor, para alcanzar a percibir la impresentable actitud de los medios que se destrozan por lucrar con la enfermedad de Diego.

Ya no quedan espacios en los medios televisivos para repetir sus goles. Para recordar sus charlas. Para refrescar sus contradicciones. "Hay dos costados de Maradona y los dos son válidos y valiosos. Está el de la familia, el del dolor justo y enorme. Y está lo que Maradona simboliza como mito: el Diego es una construcción popular, y defraudaría su condición muriendo en una cama y a los ochenta y pico de años, rodeado de nietos y bisnietos".

El ultramenemista Jorge Asís es uno de los que ya dio su veredicto. Diego morirá para responder a sus características de mito. La imbecilidad, la miseria, el país necrófilo, los maradonianos de alma y la peor lacra del periodismo argentino pueden ser hallados allí, todos juntos. La prensa seria también.

"Las Maradonas" pidieron encarecidamente que se evitara el banderazo que se iba a realizar ayer y el gobierno porteño dispuso un gran operativo de seguridad para evitar los bombos y otras demostraciones ruidosas que afecten el imprescindible silencio que requiere el lugar.

Diego está allí peleando por su vida, la que dejó de pertenecerle apenas cruzó la frontera de Villa Fiorito para instalarse en los ojos del mundo. Es un personaje que no admite comparaciones. Cualquier paralelo corre el riesgo de ser ridículo.

Mientras él desafía una vez más los parámetros convencionales de la existencia, muchos dejan caer un hilo de baba por sus comisuras pensando cómo conseguir la primera declaración del héroe cuando su corazón le permita volver de la muerte una vez más.

Asquea comprobar como se tira y afloja del respirador de Diego desde los medios más poderosos, fundamentalmente los televisivos y los escritos. Mientras, del otro lado de la pantalla y las redacciones, Claudia, Dalma y Giannina les cuentan las costillas a todos ellos.

Algunos, que ya tienen la marca de la cruz, comenzarán un arduo camino de reconciliación que bien podría tener un final feliz a cambio de una buena suma de dólares. Como ya sucedió tantas otras veces. ¿Acaso algunos no le pagaron al astro para salvaguardar su imagen? La de ellos, no la de Maradona.

Mientras el más grande futbolista de todos los tiempos siga peleando por sobrevivir en la Suizo Argentina, los medios seguirán mostrando sus hazañas y sus miserias. Si hasta se olvidaron del affaire con Coppola que nutrió páginas y pantallas durante unos cuantos días. También opinarán sesudamente sobre los cómo y los por qué del presente del astro sin tener la más mínima idea de qué cuestión se trata.

Nadie, salvo Diego, está capacitado para explicar qué significa ser Maradona. Cómo se sobrevive ante tamaño apellido. Al fin y al cabo el tipo lo ha llevado bastante bien hasta donde pudo.

CNN, Televisa, Televisión Española, hinchas con banderas chilenas, otros con ecuatorianas, brasileñas, colombianas, uruguayas, mexicanas y hasta keniatas están allí. Esperando las novedades sin novedad del último parte médico. Hasta una imagen del Gauchito Gil estuvo presente y ahora está en la habitación de las Maradonas por expreso pedido de Claudia Villafañe.

"En verdad, no sabría qué decir sobre lo que simboliza Maradona. Sólo puedo decir que siento por él una enorme compasión y, a la vez, respeto por el dolor y la zozobra de la gente que lo rodea. Espero que su enfermedad no lo convierta en un animal de feria". Es demasiado tarde para ilusionarse con que el deseo de Tomás Eloy Martínez se hará realidad.

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El "aguante" de la hinchada frente a la clínica donde está internado Maradona.

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