El cultivo estrella, una causa nacional

La idea de emprendedores exitosos que impregna su discurso es clave. "Para combatir el proteccionismo hay que ser más proteccionista y para ésto hay que ser número uno en algo", dice Gustavo Grobocopatel, quien está convencido de que la Argentina, junto a Brasil serán quienes en pocos años manejarán el comercio mundial de las proteínas.

"Si ponemos este enorme poder en la mesa de negociaciones, vamos a lograr abrir otros mercados para el resto de los productos".

Con lo cual "la soja es el arma definitiva que tiene la Argentina para abrir los mercados y romper el proteccionismo", entonces "la soja es la causa nacional", sintetiza este ingeniero agrónomo, empresario, ideólogo de una nueva filosofía para el productor agropecuario.

Con los años y cuando su padre Adolfo estaba al frente de Los Grobo, la experiencia agronómica y de relaciones comerciales les facilitó el desarrollo de una incipiente red de agronegocios por contratos, que les permitió salir airosos de la hiperinflación de los años 80 y de la inundación que azotó el este de la provincia de Buenos Aires, donde Grobocopatel tenía sus propios campos.

Ya en los 90 y con la llegada de la convertibilidad la agricultura argentina empieza a jugar en las ligas mayores y de la mano de la competencia aumenta competitividad. También la empresa que comanda Grobocopatel se suma a esta movida con experiencia a cuesta.