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 sábado, 31 de enero de 2004

Furia en Santa Fe. Plantean la necesidad de reformular la seguridad
Afirman que delincuentes comunes quieren desestabilizar al gobierno
El ministro Barberis sostuvo que "se ha llegado al límite de la tolerancia" luego de los violentos episodios

Carlos Roberto Morán / La Capital

Santa Fe.- El subsecretario de Seguridad Pública, Alejandro Rossi, afirmó ayer que "hay un grupo de delincuentes comunes que pretende desestabilizar el gobierno, que está siendo acosado institucionalmente desde hace 30 días" y sostuvo que "habrá un replanteo en la seguridad ante este tipo de movilizaciones". En tanto, el ministro coordinador de gabinete, Julio Barberis, admitió que "el gobierno de Jorge Obeid ha llegado al límite de la tolerancia", luego de los dos graves ataques recibidos en una semana, a un mes de que unos 300 piqueteros mantuvieron sitiado al mandatario durante tres horas en el Arzobispado.

Consideró que el furioso ataque del jueves último fue la culminación de una serie de hechos que comenzaron con cortes de calles, siguió con el sitio a Obeid y luego con el corte de cinco días al puente con Santo Tomé. "Ahora se llegó al punto cúlmine con el ataque a todo un símbolo: la Casa de Gobierno", expresó.

Dijo que la ciudadanía está viendo conculcados sus derechos por pequeños grupos que aplican métodos desproporcionados y ajenos al reclamo, por lo que anticipó que el gobierno revisará su actitud.

Ante una consulta de La Capital, Rossi anticipó que habrá un replanteo en la seguridad ante este tipo de movilizaciones. "Hay que hacer un replanteo sobre la seguridad en estas movilizaciones y ver si estamos asistiendo a un proceso normal de protesta o es una creciente actividad de desestabilización que está sufriendo el gobierno", señaló.

Además, descartó que los hechos del jueves pasado deriven de "una interna peronista" y aseguró que los hechos violentos "tienen que ver con intereses de delincuentes comunes, de sectores que trabajan en términos de desestabilización del gobierno. Hay un proceso de extorsión contra el gobierno", remarcó.

"El gobierno está siendo acosado desde hace 30 días como si fuera el mismo gobierno que en los días de abril y mayo abrió las compuertas para que el agua entre a la ciudad", puntualizó.

Rossi sostuvo que en el nuevo ataque a la Casa de Gobierno "había un grupo importante de exaltados, que no eran más de 15, con un alto poder de apoyo por parte de los manifestantes. Son delincuentes comunes a los que yo no desconecto de los hechos del lunes pasado, de los episodios del Arzobispado, ni de una cantidad de actos que suceden desde hace unos 30 días y que no tienen nada que ver con la legitimidad de la protesta ni con un proceso que no sea el de desestabilización".

Las dependencias de la Casa de Gobierno, especialmente las de Planeamiento Urbano, que abastece a las subsecretarías de Municipios y Comunas, no pudieron ser ocupadas por sus empleados por estar destruidas en su mayor parte.

También hubo importantes daños en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos y en la Subsecretaría de Información Pública. La planta baja tiene sus vidrios rotos y hubo daños e incendios en varias oficinas. El sistema telefónico quedó en gran parte fuera de servicio y se observan varias computadoras destrozadas, partes de ellas diseminadas por los pasillos.

Ayer, desde muy temprano el gobernador Obeid mantuvo reuniones con sus colaboradores para analizar los hechos y ordenó que nada fuera tocado, mientras el juez José Manuel García Porta había cerrar sectores de la Plaza de Mayo y de la Casa de Gobierno para colectar elementos útiles para las pericias.

El gobernador decidió no formular declaraciones hasta que el magistrado concluya con el análisis de las pruebas y consideró como poco probable que hoy ofrezca una conferencia de prensa.

Obeid también se reunió con el diputado justicialista Julio Gutiérrez, quien confirmó a La Capital que en su calidad de vicepresidente del Partido Justicialista santafesino había convenido con su titular, Angel Baltuzzi, realizar pasado mañana en Santa Fe una reunión partidaria para tratar la situación y expresar su apoyo al gobernador.

Por su parte, el subsecretario de Comunas, Roberto Meli, confirmó que además de destruirse los aparatos de aire acondicionado, escritorios, ventanas y otros elementos, "se destruyeron expedientes y planos de gestiones con diferentes localidades" de la provincia.

Recordó que en Planeamiento Urbano, una de las más atacadas, se asiste a un total de 48 municipios y a 315 comunas y consideró "inaceptable que a un gobierno con tan poco tiempo de gestión se lo ataque de esta manera" y que "queremos atender todos los problemas, no sólo los referidos a los inundados".

"Los episodios registrados en este lugar son incalificables", expresó el juez García Porta, quien se constituyó en el lugar para realizar el primer relevamiento. El magistrado interpretó que la pericia ordenada puede estar concluida hoy y no descartó que los atacantes hayan actuado en forma organizada. En ese sentido le llamó la atención que si bien hubo muchos destrozos no se registraran robos y sostuvo que es necesario desarrollar una política de Estado para preservar el patrimonio público.

El juez también confirmó que espera ver las filmaciones para identificar a los agresores, aunque recordó que muchos de ellos actuaron con sus caras cubiertas. "Voy a ir despacio con la investigación para evitar errores", dijo y opinó que en esta oportunidad "hubo infiltrados que cometieron los desmanes" y diferenció "el legítimo reclamo de los inundados de los infiltrados".

Actitud ciudadana

En tanto, el fiscal Héctor Millén concurrió al lugar y recorrió los lugares más afectados. "Hay que preguntar a los manifestantes quiénes son de su bando o no, si están de su parte o no y ahí van a encontrar la respuesta. A lo mejor, hay un grupo que se infiltra para armar un embrollo y desligitimar un reclamo pacífico. Los propios vecinos no pueden permitir que esto suceda".

Millén remarcó que "el país y la provincia no llegarán a buen puerto con la violencia y el caos, el que hace un piquete tiene que ser disuadido porque entorpece la vida de los demás".

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